A. Aulesa – A muchos les gustaría entrar en la Fórmula 1 como lo está haciendo el piloto mejicano Sergio Pérez. Éste, que actualmente milita en el equipo Barwa Addax Team de Alejandro Agag en la GP2, se encuentra luchando por el subcampeonato de la antesala a la Fórmula 1 con pilotos como Jules Bianchi o Dani Clos. Pero Pérez ya tiene un ojo puesto, y quizá también un pie, en la máxima categoría. Varias escuderías van a necesitar un piloto para la temporada que viene y, auque finalmente se ha decidido que no va a haber equipos nuevos en 2011, aún quedan vacantes por cubrir.
Renault busca compañero para Robert Kubica, Sauber para Kamui Kobayashi y Force India para Liuzzi, además de todas las incógnitas que existen alrededor de los «equipos novatos» como pueden ser Hispania, Lotus o Virgin.
Al contrario de lo que suele ocurrir (los pilotos se desesperan para encontrar patrocinadores que atraigan a alguna escudería), el mejicano ya lo tiene todo solucionado. Y es que pilotos con un padrino como el de Pérez hay pocos. Estamos hablando de Carlos Slim, el hombre más rico del mundo. Se dice rápido, pero Forbes ha estimado su fortuna en 53.000 millones de dólares (unos 500 más que Bill Gates).
Pero, ¿quién es Carlos Slim? Pues se trata de un apoderado hombre de negocios mejicano que, con los años, ha ido adquiriendo grandes participaciones en las multinacionales más influyentes del mundo. Poco a poco, Slim ha ido aumentando el cabal de su fortuna, hasta convertirse en el hombre más rico del mundo. Y ahora ha decidido que quiere meterse en la Fórmula 1. ¿Cómo? Designando a su hijo Carlos como padrino del piloto mejicano Sergio Pérez para que éste pueda llegar a lo más alto del podio en la categoría reina.
Así las cosas, a Pérez no lo falta dinero y todas las escuderías se ofrecen para darle su primer asiento en lla Fórmula 1. Qué fácil parece, pero que difícil es para muchos pilotos estar allí. Confío en que Pérez esté valorando su suerte, pues muchos matarían por tener una estrella como la suya.
Aunque Pérez no es el único que sonríe, pues el mandamás de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, ya se frota las manos cuando piensa en la llegada de Slim a su «Gran Circo». El dinero llama al dinero, y probablemente este sea el principio de una bonita amistad.
Clasificación de pilotos y constructores 2010