Salón del Automóvil de París: Volkswagen Passat

Redacción (París).- Cuando una marca mantiene el nombre de un coche cuando lo sustituye por uno completamente nuevo, es que está satisfecha con los resultados del modelo que deja de producir. Lo de Volkswagen es, pues, un claro ejemplo de que percibe una clara aceptación entre el público de su forma de entender el segmento de las berlinas del segmento D.

La firma de Wolfsburg ha desvelado en París su nuevo Passat, el séptimo ya, y con él hemos podido comprobar que en Volkswagen siguen siendo muy fieles a sí mismos. Tres volúmenes, esta vez más definidos que en el anterior y que, según el ángulo desde el que se contemplan, se pueden llegar a confundir con los de su lujoso hermano mayor, el recientemente renovado Phaeton.

El frontal, sin embargo, transmite otro estilo, diferente al resto de la gama, sin olvidar sin embargo los rasgos que marcan el carácter de la marca alemana en sus últimos modelos.

Si el Volkswagen Passat ha sido tradicionalmente un automóvil de tamaño más bien grande para su segmento, los 4.769 mm de longitud del nuevo (2 mm más en el Variant, la carrocería familiar) son prácticamente de coche de representación, con una gran habitabilidad para sus cinco ocupantes.

Por dentro no hay grandes sorpresas. Diseño sobrio y mandos de aspecto y tacto conocidos, lo cual, viniendo de donde viene, es más una ventaja que un inconveniente, aunque se echa de menos un poco más de imaginación. Probablemente sus clientes potenciales, especialmente en Alemania, no estén por la labor.

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Donde sí han querido dar la nota es en lo que se refiere a terminaciones. Por norma Volkswagen ofrecer tres niveles de acabado, que suelen encontrar su tope en las versiones Highline. Los nuevos Passat y Passat Variant tendrán desde el principio acceso a la línea de accesorios Exclusive, es decir, que el cliente podrá personalizar el coche como si de una berlina de lujo se tratara.

A nivel de bastidor la marca no anuncia aún cambios en cuanto a cotas, aunque el McPherson delantero y el multibrazo posterior se han instaurado ya en la marca del Golf para arriba, de modo que tampoco deberían esperarse grandes novedades al respecto.

No a nivel de arquitectura, pero sí en lo que se refiere a ayudas a la conducción. El asistente de frenada de emergencia en ciudad, por ejemplo, es un componente que se suma al sistema opcional de regulación automática de la distancia (ACC). Cuando se circula a menos de 30 km/h, frena el coche si detecta que se está a punto de tener una colisión por alcance. Otro dispositivo que se podrá solicitar es el dispositivo de alerta por cansancio, capaz de analizar el grado de concentración del conductor.

La oferta de motores en el nuevo Volkswagen Passat se compondrá de nada menos que de 10 posibilidades, todas ellas con inyección directa y que consiguen mejorar los consumos en hasta un 19% según el propulsor.

Las cuatro variantes de gasolina empiezan con el 1.4 TSI de 122 CV y culminan con los 300 CV del motor V6 4Motion, con el 1.8 TSI 160 y el 2.0 TSI 211 como opciones intermedias. Habrá también cuatro diésel common-rail, cuyas potencias variarán entre los 105 CV del 1.6 TDI Bluemotion y los 170 CV del 2.0 TDI. Este bloque llegará también con el Passat 2.0 TDI BlueMotion Technology (Start/Stop, recuperación de energía, etc.) de 140 CV, y con el Passat BlueTDI, de idéntica potencia, que gracias a la incorporación de un catalizador SCR es capaz de superar la normativa antipolución EU6.

Todas las motorizaciones, excepto el 1.6 TDI 105, estarán disponibles con el cambio secuencial de doble embrague DSG, con 6 o 7 relaciones según el propulsor.

La nueva generación del Volkswagen Passat llegará a los mercados europeos a mediados de noviembre, aunque no se podrá ver en los concesionarios españoles hasta el mes siguiente.