Pero es que el frontal del CLS es de los que hipnotizan cuando lo tienes delante. No importa que se hayan publicado centenares de imágenes de este coche y que sus detalles se hayan desnudado por completo. Merece la pena verlo en directo, y en el Salón de París es uno de los modelos por los que la gente más se peleará por entrar.
Cuando se esté dentro, más de lo mismo, es decir, de lo mejor. Poco importa la sobriedad del salpicadero y de los paneles cuando se visten con el exclusivo y atractivo carbono.
Pocos fabricantes saben combinar con tanto acierto la modernidad de materiales de última generación con el clasicismo de las piezas tapizadas en piel.
Las unidades expuestas en la cita francesa son las tres que ya tienen precios publicados, de modo que aún habrá que esperar un poco para ver la criatura más extrema de este precioso coupé: el AMG.