©Cochesafondo
Redacción (París).- La elección del Skoda Octavia Combi para desarrollar un modelo eléctrico utilizable para el día a día no fue en absoluto casual.
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La plataforma modular, que le otorga un amplio espacio, se presentaba como la base idónea para albergar las baterías, el sistema de control electrónico y el propio motor eléctrico.
El propulsor instalado en el familiar de la gama intermedia de Skoda es capaz de erogar un pico de potencia de hasta 85 kW, equivalente a cerca de 116 CV, aunque la potencia constante es de 60 kW (algo menos de 82 CV). El par motor, de 270 Nm, está muy por encima de lo que ofrece, por ejemplo, el extendido propulsor 1.6 TDI del Grupo Volkswagen.
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La batería está colocada en la parte central y posterior del suelo, para ocupar una parte del maletero, Está compuesta por 180 pilas de iones de litio que ofrecen, en conjunto, una capacidad de 26,5 kW/h. Gracias a ello el Skoda Octavia Green E Line puede circular hasta 140 km con una sola recarga, y es además capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en unos 12 segundos hasta alcanzar una velocidad máxima de 135 km/h, autolimitada.
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A la hora de recargar el acumulador, se puede utilizar la red doméstica de 230 V, donde se recupera por completo en 8 horas, o bien una red industrial de 400 V, en cuyo caso el tiempo de recarga se reduce a la mitad.
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Durante 2011 Skoda tiene previsto poner en circulación una flota de vehículos de prueba que serán utilizados en condiciones de tráfico reales, para acumular información útil para el desarrollo comercial de este tipo de propulsión.