La experiencia de las especiales preparaciones de Brabus sobre el smart de Daimler parece haber inspirado a Aston Martin, que ha detectado una necesidad creciente entre sus clientes. Aunque muchos de ellos prefieren, como es natural, oír el grave borboteo de los 12 cilindros de su Vantage, no es menos cierto que, en no pocas ocasiones, resulta más práctico contar con un automóvil con el que se pueda aparcar sin problema en cualquier esquina.
De ese modo, ¿qué mejor manera de hacerlo que con un coche que muestre con orgullo el mismo escudo que algunas de las sagas más exclusivas del panorama automovilístico?
El Aston Martin Cygnet, a pesar de sus contenidas dimensiones, se encarga de asegurar el mismo nivel elitista que se identifica en el resto de sus creaciones, históricas o contemporáneas.
Así, además del lujo extremo que emana del cuero con el que se había tapizado el interior del prototipo que tocamos en el Salón del Automóvil de Ginebra, el Cygnet presumirá de unas prestaciones y un talante deportivo que lo hará digno componente de la saga de automóviles de gran turismo de la marca inglesa.