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El Cadillac CTS-V Coupe estuvo presente en el Salón del Automóvil de París, con la firme intención de hacer valer sus argumentos también en el mercado europeo, tras su presentación a principios de 2010 en el Salón de Detroit.
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Estos valores empiezan, como no podía ser de otra manera tratándose de una versión potenciada, por su motor. El poderoso bloque 6.2 V8 de General Motors con compresor Eaton alcanza, en la carrocería del elegante y anguloso coupé, 564 CV de potencia y 735 Nm de par que van a parar al eje posterior. Cadillac da dos opciones para intermediar entre el propulsor y las ruedas: un cambio manual Tremec TR6060 de seis velocidades o bien un automático Hydra-Matic 6L90, también de 6 relaciones, con levas en el volante.
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Este modelo, cuya producción se inició el pasado verano de 2010, está dotado con componentes que aseguran un comportamiento dinámico de primer orden. La suspensión con amortiguación magnética, denominada Magnetic Ride Control, se caracteriza por su capacidad para adecuar su respuesta de forma variable en apenas milisegundos, en función del estado del firme y del estilo de conducción.
Por otra parte, el equipo de frenos está firmado por Brembo, que ha dispuesto pinzas de 6 pistones para el eje delantero y de 4 para el posterior. Para asegurar unas cualidades dinámicas óptimas, Cadillac ha elegido unos neumáticos Michelin Pilot Sport PS2, montados sobre llantas de 19″.
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Los asientos delanteros Recaro opcionales redondean un producto pensado tanto para rodar envuelto en refinamiento y confort como para exprimir al máximo las prestaciones que es capaz de desarrollar su motor.
