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Crewe (Reino Unido).- Hasta ahora solo lo habíamos visto completamente inmóvil en el
Salón del Automóvil de París, pero las nuevas imágenes facilitadas por Bentley demuestran que sus formas son tan contundentes en parado como en movimiento.
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El que fue el primer modelo producido por Bentley tras la entrada de la firma británica en el Grupo Volkswagen ha mejorado en prestaciones respecto a su predecesor hasta alcanzar los 575 CV, que brotan del motor 6.0 W12 junto a 700 Nm de par máximo.
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Aunque estas cifras son suficientes para calificar como deportivo un coche de 2,3 toneladas, el principal avance buscado por Bentley ha sido la reducción de las emisiones de CO2, que pasan de los 396 gr/km de su predecesor hasta los 384 gr/km.
El cambio Quickshift de 6 relaciones se ha optimizado para realizar las transiciones de forma todavía más rápida, en 200 milisegundos, suave, y para realizar reducciones dobles.
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