Las mejoras en el refrigerador del sistema de recirculación de los gases de escape (EGR), también contribuyen a ello, ya que ayuda a alcanzar más rápidamente la temperatura óptima de funcionamiento. El filtro de partículas DPF, por su parte, ahora está libre de mantenimiento.
El sistema de inyección directa common-rail con inyectores piezoeléctricos, más el nuevo turbocompresor de geometría variable (VGT) completan un paquete de medidas que han permitido mejorar el rendimiento general del Mazda 3 1.6 CRTD.
Es por ese motivo que ahora declara un consumo de 4,4 l/100 km y emisiones de CO2 en 117 g/km, para una mecánica que desarrolla 115 CV de potencia a 3.600 rpm (por los 109 CV del anterior), así como un par de fuerza sobresaliente para su cilindrada, 270 Nm entre 1.750 y 2.700 rpm, frente a los 240 Nm de la versión precedente.