Lamborghini estrenará motor V12 y transmisión ISR

Sant’Agata Bolognese (Italia).- Hace poco menos de medio siglo, a un tal Ferruccio Lamborghini se le metió entre ceja y ceja que quería hacer coches prácticamente de carreras pero aptos para circular con matrícula, y todo con la mejor tecnología y calidad posibles.

El primer aviso lo lanzó con un prototipo, denominado 350 GTV, que en el Salón de Turín de 1963 mostraba orgulloso un nuevo motor V12 de aluminio, con las bancadas separadas 60º, doble árbol de levas para cada una, seis carburadores dobles, lubricación por cárter seco y capacidad para girar a 8.000 rpm. Hoy, salvo por el sistema de alimentación, estas características sólo están al alcance de los mejores.

Mucho ha llovido desde entonces y, sin embargo, hay cosas que parece que no cambian nunca, o que cambian lo justo. Con el fin de la producción del Lamborghini Murciélago, había que buscar una solución mecánica que diera sentido a la existencia de su inminente sustituto. Por fortuna para el amor al automovilismo, en la firma italiana han pensado que sólo un V12 podía ocupar el lugar de privilegio bajo el capó del hermano mayor de la familia.

El nuevo bloque se denomina internamente L539 y para su desarrollo se ha partido de una hoja en blanco. En el encabezado de la misma, sin embargo, estaban escritas ciertas premisas: más potencia, más par, menos tamaño, menos peso. La referencia, lógicamente, había que buscarla en los 670 CV del Murciélago LP 670-4 Superveloce.

Aunque se ha partido de cero, hay ciertos parámetros de los que no conviene escapar, porque en física es difícil inventar cosas nuevas. Por ejemplo, el ángulo de la V, a 60º, respeta el esquema clásico de este tipo de bloques.

La cilindrada apenas varía respecto a la de su excelso antecesor. El nuevo desplaza 6.498 cc, apenas dos centímetros cúbicos más que antes, aunque las cotas internas sí que varían, con un diámetro de 95 mm y una cortísima carrera de 76,4 mm, antesala de grandes emociones a regímenes elevados. Los pistones de aleación y las bielas de acero se suman a la fiesta, y aseguran una capacidad de giro de hasta 8.250 rpm.

Como en el original, las culatas montan dos árboles de levas cada una, que sirven para mover cuatro válvulas para cada cilindro, aunque en este caso la aleación de aluminio y silicio utilizada para su construcción ha permitido reducir su peso hasta los 21 kilos. La distribución, por su parte, es variable con gestión electrónica, mientras que las cámaras de combustión se han diseñado con una relación de compresión de 11,8:1.
También es un recurso conocido el de la lubricación por cárter seco con una bomba de alta presión, única recomendable para asegurar que un motor de altísimas prestaciones como éste cuente siempre una adecuada circulación de aceite entre sus órganos móviles, por muy alta que sea la aceleración lateral.

Paralelamente, el sistema de refrigeración cuenta con dos circuitos desconectables, de manera que el líquido fluye sólo cuando es necesario y así se alcanza más rápidamente la temperatura óptima de funcionamiento.

Finalmente, el sistema de escape ha sido también estudiado con mimo para, por una parte, conseguir una rebaja sensible de las emisiones. Por la otra, por supuesto para que el sonido del motor siga siendo inconfundible.

Todo esto, gestionado por una centralita electrónica responsabilidad íntegra de los ingenieros de Lamborghini, da como resultado un engendro mecánico que entrega 700 CV a 8.250 rpm, así como un par motor de 690 Nm a 5.500 rpm.

Fuerza inmediata
Por muy maravilloso que sea un motor, siempre se requiere que el sistema que transmite su poderío a las ruedas esté a la altura si no queremos sentirnos decepcionados. Tú lo sabes, y Lamborghini también, así que se ha sacado de la manga una nueva transmisión: Lamborghini ISR (Independent Shifting Rods).

En esencia, se trata de una caja de cambios robotizada con 7

relaciones, de las que están tan de moda ahora y que funcionan tan maravillosamente. En lugar del sistema de dos embragues que difundió el Grupo Volkswagen con el DSG y que luego han ido adquiriendo BMW (DKG), Porsche (PDK) o Ford (Powershift), han apostado por la eficacia pura y dura de un único embrague de doble disco, por eso de no ser menos que Ferrari o el Lexus LF A.

La Lamborghini ISR es una caja de cambios compacta, con todos sus componentes integrados en una pieza, y ligera (70 kg). Pero sobre todo es rápida. Tarda un 50% menos en realizar los cambios que las cajas de doble embrague, gracias a un diseño en el que, mientras una marcha está engranada, la siguiente está ya preparada para insertarse.
Este conjunto propulsor debería ir montado en el sustituto del Murciélago, cuya presentación está prevista para el Salón de Ginebra 2011. Aunque todavía no hay denominación oficial, se especula con el nombre Aventador.
Aunque todavía no hay denominación oficial para el modelo sustituto del Murciélago, se especula con Aventador, nombre que Lamborghini tiene ya registrado.