©Subaru
Probablemente, el Subaru Impreza sea el modelo más representativo de la marca japonesa. Por tal motivo, no es de extrañar que en el momento que se plantea un cambio de rumbo a nivel estético, el primer estudio de diseño lleve su nombre.
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El Subaru Impreza Concept trata de mostrar la nueva estrategia de la marca, definida con el slogan «Confidence in Motion».
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Definiciones marketinianas al margen, el resultado de esta primera interpretación es muy favorable y otorga al modelo japonés una gran fluidez de líneas, a pesar de la original combinación de trazos curvos y rectos. Le dan, de paso, un cierto aire musculoso a su carrocería que confunde bajo la apariencia de coupé una configuración de berlina de cuatro puertas y tres volúmenes.
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El dibujo prominente de sus aletas no sólo sirve para aparentar poderío, sino que tiene como objetivo remarcar uno de los signos de identidad de la marca, la tracción a las cuatro ruedas, encargada de repartir a conveniencia la fuerza del motor 2.0 bóxer de nueva generación de Subaru, de cuatro cilindros opuestos.
Por dentro, la inspiración ha llegado de la mano de tres palabras: «dinámico, tentador, seguro». Tras estas evocadoras palabras, se esconde un amplio habitáculo de cuatro plazas con tapicería de piel «platino», todo elegido para dar a sus ocupantes la sensación de urbanidad.
Preocupados asimismo por la calidad percibida, se ha prestado mucha atención al diseño de todos los detalles, que llega incluso al bordado azul oscuro usado para las costuras dobles de la tapicería.
Una gran pantalla multifunción preside el centro del salpicadero, y muestra tres tipos de información, la de navegación, la del sistema de sonido y la referente al propio vehículo. A ello se añade el sistema de ayuda a la conducción «EyeSight» desarrollado por la propia Subaru.
