Barcelona.-Nissan con el GT-R lo tiene claro. Es un coche muy deportivo, que debe a su motor 3.8 V6 turbo y a su tracción integral el respeto que se ha ganado desde que está en producción.
Sin embargo, parece que han detectado un punto susceptible de mejora. Acostumbrado a lidiar sobre el asfalto con modelos de las marcas premium tradicionales, el Nissan GT-R adolecía no obstante de una oferta de personalización que respondiera a las necesidades del cliente tipo de esta clase de automóvil. No era suficiente con unas prestaciones espectaculares, ni con un equipamiento en el que no falta prácticamente de nada. Hacía falta algo más.
Por ese motivo han lanzado el Nissan GT-R Egoist, una manera muy poco sutil de decir que puedes pedir que te hagan un coupé prácticamente a tu medida.
Para empezar, antes de sentarte en él, ya sabes que para esta versión han optimizado el motor, que ahora entrega 530 CV en lugar de 485 CV, mientras que el par alcanza los 612 Nm, frente a los 588 Nm del modelo convencional. Las modificaciones aerodinámicas también marcan una clara distancia respecto al GT-R conocido, así como los retoques en suspensiones y discos de freno, éstos más grandes. Las llantas, por su parte, son las RAYS de aluminio forjado que estrenó el GT-R SpecV de 2010.
En cualquier caso, es en el habitáculo donde Nissan ha puesto el acento para atraer a un público más sibarita. Prácticamente todo el interior, hasta detalles como el interior de los posavasos, ha sido revestido de un cuero tratado por el especialista alemán Seton Leather, reconocido por el esmero con el que cuida a su ganado…
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En función de la zona, el tapizado es liso o acolchado, y se ofrecen más de 20 combinaciones de colores, que pueden mantenerse iguales entre la parte superior y la inferior del habitáculo, entre los que se encuentra incluso un rosa pálido.
Los seis colores de pespunte o las alfombrillas a juego completan un escenario con 84 posibles composiciones. A ello se añaden el material de tacto suave con el que se han revestido el techo, los parasoles, la bandeja trasera y la parte inferior de los paneles de las puertas.
Otros detalles que la marca quiere destacar de este coche son, por ejemplo, el logotipo del volante, que en el GT-R de serie es barnizado y que en el Egoist, en cambio, ha sido pintado siguiendo un antiguo arte japonés denominado Urushi. De hecho, cada emblema del Nissan GT-R Egoist lo realiza una persona diferente, que necesita varios días para crear las mezclas de pintura necesarias.
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La exclusividad también trasciende al equipo de audio, que ha sido encargado a Bose. El especialista americano de sonido ha desarrollado un sistema con 11 altavoces, entre los que destacan los dos subwoofers de 9 pulgadas, con base de carbono e integrados en los asientos traseros.