Cuando se habla de BMW resulta inevitable hacer referencia a sus motores, algunos de los cuales se sitúan como referencia entre los de su cilindrada, tal y como atestiguan un año sí y otro también los International Engine of the Year Awards.
Para el futuro más inmediato, la firma alemana está desarrollando una estrategia de diseño de motores, que ha denominado Efficient Dynamics, en la que no apunta al downsizing puro y duro para mejorar la eficiencia.
Antes al contrario, los ingenieros de la marca consideran que el volumen idóneo para cada cilindro es de 500 cc, independientemente del número de cilindros que formen el bloque. Por ese motivo, los nuevos motores de BMW, en lugar de ver reducido su desplazamiento, tal y como viene siendo la tendencia actual, contarán con los últimos avances en aprovechamiento del combustible.
La gama de propulsores contará con bloques de tres, cuatro y seis cilindros en línea, y todos ellos montarán inyección directa de combustible y sobrealimentación TwinPower Turbo, con el sistema Twin-Scroll ya conocido por ser el que se utiliza en modelos que han pasado por nuestras manos, como el BMW 135i Coupé o las carrocerías Touring del BMW 335i y el 535i.
El control variable de alzado y tiempo de apertura de las válvulas, el conocido Valvetronic, también es ya moneda común en gran parte de los propulsores bávaros, así como el doble Vanos, que ha permitido al nuevo motor 2.0 del BMW X1 xDrive28i declarar 245 CV de potencia.
Otro de los puntos en los que BMW ha trabajado es el aprovechamiento de componentes. Además de compartir la cilindrada unitaria, se ha conseguido desarrollar piezas que pueden utilizarse tanto en motores de gasolina como diésel. Todos los motores comparten la misma distancia entre cilindros, la configuración del cigüeñal y de los árboles contrarrotantes. También pueden utilizar el mismo cárter de aceite y la bomba, y los sistemas de transmisión por correa de los accesorios. El tratamiento secundario de los gases de escape, ubicado muy cerca del motor, será otro de los componentes comunes de unas mecánicas que pueden llegar a tener hasta un 60 por ciento de piezas idénticas.
Siguiendo este mismo criterio, tanto los motores gasolina como los diésel de tres y cuatro cilindros se podrán montar en posición longitudinal (para los BMW con tracción trasera) como transversal (para los Mini y los BMW con tracción delantera).
En lo que se refiere a las transmisiones, BMW ha iniciado el desarrollo de una evolución de la caja de cambios automática de ocho relaciones. La actual ya cuenta con una gestión electrónica que se adapta al tipo de conducción y a las circunstancias de la carretera. Lo que se está estudiando
es cómo aprovechar la información procedente del control de estabilidad DSC (Dynamic Stability Control) y, en una primera fase, también del sistema de navegación para adecuar por anticipado su respuesta. Además de tener en cuenta la voluntad del conductor y las condiciones de carga, también quieren que entren en la ecuación la calidad de la calzada, la orografía y la situación del tráfico.
Este dispositivo de control no sólo utilizaría la posición GPS, sino que podría integrar la información procedente de las cámaras, radares y otros sensores utilizados en los dispositivos de asistencia a la conducción.