La principal característica de la versión más radical del León es su nuevo motor 2.0 TSI de 265 CV con el cual alcanza una velocidad punta de 250 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos. Este incremento de prestaciones se debe a un nuevo sistema de inyección de gasolina, que le permite además superar la normativa Euro5 y reducir el consumo hasta los 8,1 l/100km.
En el exterior encontraremos señales distintivas del modelo en la rejilla central delantera y en el lateral inferior derecho del portón, donde veremos una R marca de la casa. Otro detalle característico son las llantas de 19 pulgadas y cinco radios dobles con neumáticos 235/35. Los discos de freno tienen unas medidas considerables, 345×30 mm delante y 286×12 mm detrás.
En el interior vuelve a estar presente la letra R en el cuadro de instrumentos, iluminado mediante tecnología LED, en la llave y en los asientos de tipo baquet.
En cuanto al equipamiento, se incluyen de serie elementos como ABS + TCS, ESP + EBA, autoblocante electrónico XDS, airbags frontales, 2 airbags laterales, 2 airbags de cortina, desconexión airbag acompañante, anclajes Isofix en asientos laterales traseros, testigo de pérdida de presión de neumáticos, sensor de luces, sensor de lluvia, sensor de parking trasero, control de velocidad de crucero, ordenador de a bordo, faros antiniebla con función de luz estática de giro, climatizador de dos zonas y radio CD + MP3 + 8 altavoces + MDI.