El nuevo Audi R8 Spyder ya está aquí y, como cabía esperar, recoge todo lo bueno de la segunda generación del superdeportivo de la firma de Ingolstadt (aquí tienes la prueba del anterior Audi R8), y le aporta la dosis extra de pasión que se le supone a cualquier coche con carrocería abierta.
Este impresionante biplaza descapotable con techo plegable de lona, cuya estructura ASF (Audi Space Frame) en esta ocasión combina el aluminio con la fibra de carbono (el peso del conjunto es de 1.720 kg), equipa la última versión del motor 5,2 V10 de Audi, uno de los pocos motores atmosféricos de altísimo rendimiento que aun quedan en el mercado. Entrega 540 CV de potencia a 7.800 rpm (aunque el corte se sitúa en las 8.700 rpm, «sin esfuerzo», rezan en la marca) y 540 Nm de par motor a 6.500 rpm, y su aceleración de 0 a 100 km/h y su velocidad máxima no deberían decepcionar a casi nadie: 3,6 segundos y 318 km/h respectivamente.
Dotado con tecnologías como la inyección dual (con unos inyectores enfocados a los colectores de admisión y otros directamente a la cámara de combustión), sistema start&stop o el sistema de desconexión de cilindros CoD (cylinder on demand), Audi no solo ha trabajado para mejorar las prestaciones, sino también para reducir los consumos y emisiones, que se quedan en 11,7 l/100 km y 277 gr/km de CO2.
Como no podía ser de otra manera tratándose de un modelo de altas prestaciones de la firma de los cuatro aros, el Audi R8 Spyder está dotado con un elaborado sistema de tracción total quattro, con un embrague multidisco con control electrohidráulico en el eje delantero y un diferencial autoblocante mecánico para las ruedas traseras, mientras que el embrague del diferencial central, capaz de enviar el 100% del par a cada uno de los ejes, está refrigerado por agua. Toda la fuerza del V10 le llega a través de una caja de cambios S tronic de 7 velocidades y doble embrague.