Prueba realizada por: Fran Llorens
Lo primero que uno siente al subirse al coche es una sensación de lujo impropia de un vehículo de su tamaño. Esto puede deberse a sus terminaciones en imitación de carbono o a una serie de detalles cromados muy monos. Por lógica esto te lleva a creer que se trata de un coche cómodo y aburguesado pensado para realizar las tareas del día a día de forma elegante. Pero nada más lejos de la realidad, puede que esto ocurra en las versiones diesel de la gama, pero la versión gasolina probada tiene unas suspensiones y un tacto de dirección con ese punto de nerviosismo que te engancha desde el primer momento.
Tras sentir las primeras impresiones, te das cuenta rápidamente de que el Alfa Romeo Mito 1.4 puede ser un rival digno del Mini Cooper S, tanto en comportamiento como en equipamiento. De hecho mi primera pregunta al devolver el coche al concesionario fue: ¿cuándo podremos probar la versión GTA?
Con un motor de 1.4 litros y 155 CV a 5.500 rpm, la marca italiana lo único que hace es demostrarnos que este coche está preparado para equipar un propulsor con mayor potencia. Las principales características que tiene son la sensación de entrada del turbo, lo cual siempre es divertido, y que el par es regulable mediante un selector, pudiendo alcanzar 230 Nm a 3.000 rpm en posición Dynamic.
El comportamiento en general de este propulsor motor es el adecuado. Rara vez se nos queda falto de potencia en bajos y estira bastante en la parte alta del cuenta revoluciones. Las sensaciones que ofrece son mayores que las prestaciones reales que tiene. Alcanza una velocidad punta de 215 km/h y una aceleración de 0-100 km/h en 8 segundos.
Pero no sólo debemos de quedarnos con su empuje, ya que su consumo resulta bastante contenido. Durante el transcurso de toda la prueba, donde se rodó en todo tipo de circunstancias, el consumo medio fue de 7,9 l/100 km. Si a esto le sumamos que la marca declara unas emisiones de CO2 de 153 g/km, resulta ser un vehículo bastante eficiente.
Divertido, ésta es la palabra que define a la perfección a este coche.
Uno se da cuenta de la mentalidad del vehículo cuando nada más salir a la calle percibes claramente cada una de las irregularidades del asfalto. Esto nos indica que la suspensión está orientada de manera clara para dotarlo de una gran agilidad. Pese a la dureza de los amortiguadores, las pérdidas de tracción son prácticamente inexistentes gracias a unos neumáticos de 215/40 R18. El único pero que podríamos poner en este apartado es la presencia de un eje rígido en la parte trasera. No quiero ni imaginar lo que sería con unas suspensiones traseras independientes.
Otro de los elementos clave en su comportamiento es una dirección muy rápida de reacciones, que invita de manera permanente a jugar con los pesos del coche. El diferencial electrónico Q2, nos permite alcanzar el vértice de la curva con relativa facilidad y gracias a la efectiva programación de la centralita no necesita de unas manos expertas para aprovecharlo. Los frenos aguantaron toda la prueba sin mostrar una fatiga excesivay en casi ningún momento se echó en falta más potencia de frenado.
La caja de cambios tiene un tacto rápido y un escalonamiento casi ideal. Rara vez nos quedamos en puntos donde ninguna de las dos marchas posibles es la correcta. Los pedales están situados de manera que se puede realizar el punta-tacónsin demasiados problemas.
Como ayudas a la conducción Alfa Romeo equipa el sistema DNA, que nos permite seleccionar entre tres modos de comportamiento del coche: All Weather, pensado para situaciones de poca adherencia; Neutro, configurado para el uso diario; Dynamic, orientado de forma clara para la conducción deportiva. Cuando seleccionemos este último, el tacto del gas será más rápido, el par del motor se verá incrementado y los controles de tracción y de estabilidad nos permitirán un mayor juego. Una pena que no se puedan desconectar del todo las ayudas electrónicas.
El interior del coche es de lo más completito en vehículos de su tamaño.
Los asientos delanteros tienen un tejido tridimensional que permite la ventilación en la espalda. Son perfectamente regulables para lograr una posición adecuada. El volante no se queda a la zaga de los asientos y entre los dos lograremos una posición de conducción casi perfecta. El cuadro de mandos tiene una iluminación en blanco sobre fondo negro y en modo Dynamic podremos observar la presión de soplado del turbo, un gadget más curioso que útil.
La consola esta forrada con una simulación de carbono que junto a la gran cantidad de pequeños cromados da una sensación de falso lujo. El equipo de audio es de alta calidad, cuenta con ocho altavoces, y tiene una entrada de USB a través de la cual podremos escuchar nuestro reproductor de MP3, el precio de este Kit de audio es de 700€. Tiene Bluetooth integrado. En falta se echa la presencia de un navegador que podremos equipar junto a un sistema de radio mejorado por 2.000€. El sistema de aire acondicionado es bizonal.
La parte trasera del coche es muy pequeña para tres personas y justa para dos.Las ventanillas posteriores no se pueden abrir. El maletero es normal para un coche pequeño, pero de acceso complicado.
Positiva. Es uno de los coches que más me ha sorprendido de los que he probado hasta el momento.
Si te gustan los coches alegres y que provoquen dolores en la espalda tras dos horas al volante y que te produzca malestar general desplazarte en la autopista con él, éste es tu coche. Rápido, divertido, ratonero y nervioso, son sólo algunas de las virtudes con las que cuenta este modelo de la marca italiana.
Si bien su elevado precio puede actuar de freno, 19.500€ el más básico y 26.260€ la unidad probada, nunca debe de ser una opción descartable si te gusta disfrutar de los pequeños GTI.
La seguridad no se ha dejado de lado, cuenta con 8 airbags, ABS, asistente de frenada en curva y control de estabilidad. En el momento de aparcar el sistema de radar trasero resulta muy útil.
En conclusión, tal y como empezamos, me muero de ganas por probar la versión GTA.