Ingolstadt (Alemania).- Por fuera, pocas cosas permiten intuir que el Audi Q5 hybrid quattro es lo que es, uno de los coches más eficientes del segmento de los SUV premium de tamaño medio.
Pequeños detalles, como el pequeño anagrama «Hybrid» en el portón trasero, la parrilla del radiador negra brillante o las llantas específicas, son la prueba que se trata de una versión muy especial, equipada con la última tecnología híbrida de Audi.
La combinación elegida por la firma de los cuatro aros está formada por el motor 2.0 TFSI de 211 CV y 350 Nm, colocado en el vano delantero, que cuenta con el apoyo de un motor eléctrico.
Gracias a este conjunto, el Audi Q5 hybrid quattro declara una potencia total de 245 CV y un par motor de 480 Nm, todo ello a cambio de un consumo medio de menos de 7,0 l/100 km.
El propulsor de gasolina 2.0 TFSI es sobradamente conocido en el Grupo Volkswagen, y de su capacidad da fe el hecho de estar montado en coches tan dispares como el Audi A6 (aquí está la prueba, asociado con el cambio Multitronic), el SEAT León FR y el Cupra R, o los Volkswagen Golf y Scirocco.
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Para el Q5 Hybrid quattro, sin embargo, se ha desarrollado una versión específica de este motor. La correa de los sistemas auxiliares se ha rebajado y el calado del cigüeñal y la programación del turbo forman parte de los cambios, pensados para ajustarse a las nuevas exigencias.
Incluso se ha añadido un sistema de admisión secundario en la culata, para asegurar una circulación rápida de los gases de escape.
Audi, además, ha desarrollado por completo el control el sistema híbrido, integrado en la centralita del motor, y ha puesto énfasis en suavizar las transiciones entre los diferentes modos de funcionamiento.
La caja de cambios acoplada a este propulsor es una tiptronic de 8 relaciones totalmente reformada respecto a las convencionales.
En este caso, el convertidor de par ha sido sustituido por un motor eléctrico combinado con un embrague multidisco, todo ello bañado en aceite, cuya función es la de acoplar y desacoplar el motor eléctrico y el TFSI.
La propulsión eléctrica se ha confiado a un motor sincrónico de imán permanente, que ejerce también de dispositivo de arranque y de generador en las fases de deceleración.
Integrado en el circuito de refrigeración, este propulsor aporta 54 CV y 211 Nm. La energía la extrae de la batería de ion-litio, que ocupa 26 litros bajo el piso del maletero. Todo el conjunto eléctrico supone un peso extra de apenas 130 kg.
Este sistema híbrido paralelo permite al Audi Q5 hybrid quattro moverse con cinco modos diferentes, entre los que se encuentra la posibilidad de rodar hasta 100 km/h únicamente con energía eléctrica, o con una autonomía de 3 kilómetros si se rueda a 60 km/h. Aunque el sistema funciona de forma autónoma, el conductor puede elegir entre tres programas de uso con una palanca situada en la consola central.
La tracción total permanente, por su parte, mantiene el esquema del resto de la familia Audi Q5, con un mayor porcentaje del par enviado por defecto al eje trasero. Para reducir el peso del conjunto, muchos de sus componentes se han realizado en aluminio.