Pese a que la mayoría de las últimas innovaciones en materia de motores de combustión están sacando ‘petróleo’ de las posibilidades de la gasolina, los propulsores diésel siguen teniendo mucho que decir.
El motor 3.0 V6 TDI con compresor eléctrico del Audi RS5 TDI concept es el último ejemplo de ello. Y es que el Grupo Volkswagen, viendo que la tecnología biturbo está ya bastante explotada, han optado por acompañarla por un compresor accionado por un motor eléctrico que contribuye a que la potencia ascienda a 385 CV (con la línea roja pintada a la altura de las 5.500 rpm…) pero, sobre todo, a que el par máximo alcance los 750 Nm entre 1.200 y 2.000 rpm. Para que nos hagamos una idea, el V6 TDI de partida entrega 245 CV entre 4.000 y 4.500 rpm, y “apenas” 500 Nm entre 1.400 y 3.250 rpm.
La ventaja del accionamiento eléctrico del compresor es evidente: al no necesitar de movimiento del cigüeñal para empezar a actuar, el empuje llega prácticamente desde el arranque.
El giro de la turbina hasta por encima de las 70.000 rpm en unas centésimas de segundo debería permitir que la transición entre el ralentí y la entrada en acción de los turbos (soplan hasta 2,4 bares) sea inapreciable.
El resultado impresiona, si nos atenemos a las cifras que ha publicado la marca: 0 a 100 km/h en 4 segundos y 0 a 200 km/h en menos de 16 segundos, hasta alcanzar una velocidad máxima de 280 km/h. A cambio, arroja un consumo de 5,3 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 140 g/km.
El denominado ‘turbocompresor eléctrico’ se alimenta de la energía almacenada por el sistema de recuperación en una batería de iones de litio. Un sistema eléctrico auxiliar de 48 voltios instalado en el Audi RS5 TDI concept se encarga de gestionar la carga, que se transmite al convencional de 12 voltios mediante un transformador DC/DC.