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La colaboración entre los laboratorios de Innovación para el Automóvil y de Investigación Electrónica del consorcio alemán con la Universidad de Stanford (Estados Unidos), ha dado lugar a este propotipo, que mantiene la configuración de serie en lo que se refiere a la mecánica, es decir, monta el motor 2.0 TFSI de 272 CV y 350 Nm de par.
El Audi TTS quattro Autónomo se encuentra actualmente en fase de pruebas, y está siendo desarrollado para afrontar los tramos de algunas de las competiciones del motor que se celebrarán en 2010, entre ellas la mítica subida al Pikes Peak, en el estado americano de Colorado.
Los responsables del proyecto, sin embargo, aseguran que con este prototipo no se está intentando suprimir la acción ni el placer de la conducción, sino que se trata de explorar las capacidades de las tecnologías de ayuda a la conducción actuales y futuras para ayudar a Audi a mejorar las experiencia tras el volante para futuras generaciones de conductores.
Gracias a estas innovaciones, se podrá responder más eficazmente a las cambiantes condiciones del tráfico, se reducirán los atascos y permitirán reaccionar mejor ante accidentes.
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Huhnke mantiene que «mientras un conductor con poca experiencia puede quedarse paralizado o hacer una mala corrección, el TTS Autónomo sería capaz de adelantar o guiarlo para escapar de una situación crítica. Incluso podría compensar una falta de previsión ante las condiciones del tráfico o del piso, o falta de atención». Ahora bien, «podrá no evitar todos los accidentes».
