A finales de los años ’90, el mercado parecía no estar suficientemente maduro para aceptar que una marca premium pudiera ofrecer un coche como el Audi A2, cuya carrocería de aluminio albergaba a cuatro ocupantes para moverse con soltura por ciudad, propulsada por eficientes motores de inyección directa.
Las cosas, sin embargo, han cambiado mucho desde entonces y, después de atreverse de nuevo con segmentos más populares de la mano del Audi A1, la firma de los cuatro aros presentará en Frankfurt una nueva propuesta de coche compacto, con una buena relación tamaño/habitabilidad para dos ocupantes delante y otros dos atrás.
Sus 3,8 metros de longitud, 1,69 metros de anchura y 1,49 metros de altura, son similares a las cotas del nuevo Toyota Yaris, pero con la ventaja de ofrecer un superficie interior plana. Además, entre los dos asientos traseros hay espacio para colocar una bicicleta de ciudad, con la rueda delantera quitada.
El Audi A2 concept presenta las credenciales que se esperan de un prototipo del siglo XXI, es decir, eficiencia y buenas dosis de última tecnología. La primera viene, como es norma estos días, de la propulsión eléctrica, mientras que la segunda viene representada por la última evolución de faros LED, denominada matrix beam.
Se trata de unas luces adaptativas compuestas por los emisores LED y unos microreflectores que generan un haz de luz potente pero que, a la vez, no deslumbra.
Las ópticas traseras, por su parte, son capaces de adaptar su intensidad a las condiciones de visibilidad y, en el caso de la luz antiniebla, tiene forma de rayo y proyecta un triángulo rojo en la carretera.