Un blogger, de nuevo en la BMW Driving Experience
Una vez al año, BMW organiza un tour por diversos circuitos españoles para dar a conocer algunos de sus modelos. La marca lo denomina BMW Driving Experience, un nombre que no deja ninguna duda del objetivo de este evento, en el que nuevamente he tenido la ocasión de participar. Concretamente en la cita del Circuit de Barcelona-Catalunya, en Montmeló.
Al igual que los clientes y entusiastas invitados por la firma bávara, el fin de semana pasado tuve la ocasión de vivir una experiencia de conducción que, por una parte, permite comprobar el funcionamiento de algunos de los sistemas de seguridad de BMW, como el control de tracción y el de estabilidad. Por la otra, te da la oportunidad de explorar en un circuito tus límites como conductor, que más a menudo de lo que creemos están bastante por debajo de los de los coches que ponen a nuestra disposición.
La estructura del evento viene siendo siempre la misma desde que lo conozco: al llegar unas simpáticas azafatas te reciben en un box del circuito, decorado con los colores de BMW y con lospiden que firmes un descargo de responsabilidades (el circuito es el lugar más seguro donde conducir, pero el riesgo existe siempre y cada uno debe asumirlo) y te entregan la acreditación. Cuando llega la hora, se reúne a todos los que participamos a la misma hora -por cosas del destino, uno de los invitados en mi grupo fue Joel González, luchador de takwondo campeón olímpico en Londres 2012 y bronce en los Juegos Olímpicos de Río 2016– y nos llevan a la sala de conferencias. Para que te ubiques, se trata de la misma sala donde unos tales Lewis Hamilton, Sebastian Vettel y Daniel Ricciardo comentaron cómo les había ido la carrera, el pasado 14 de mayo, después de visitar el podio.
Allí, un instructor da un briefing en el que se dan ciertas indicaciones sobre la forma correcta de sentarse al volante, de colocar las manos y cómo trazar las curvas. No es una clase magistral, por breve y porque de lo que se trata sobre todo es de explicar el principal equipamiento de ayudas electrónicas a la conducción -antibloqueo de frenos ABS, control dinámico de tracción DTC o control dinámico de estabilidad DSC, entre otros- que montan los BMW actuales de serie, que hacen que estos coches sean infinitamente más seguros que antaño.
También ayuda montar unos neumáticos de primera calidad, y Michelin aporta su granito de arena a este evento como patrocinador, proveyendo las gomas para todos los modelos probados. En cualquier caso, nunca está de más que te ayuden a tener claros ciertos conceptos básicos de conducción, que en definitiva son los que pueden evitar que los sistemas de seguridad se activen.
Tras la charla, vuelves al box y esperas frente al pit lane a que vengan a buscar a tu grupo para llevarte a la zona del trazado de Escuela del Circuito de Montmeló -la situada en la zona sur, entre el final de recta y antes de llegar a La Masía- donde te aguardan tres ejercicios que se realizan dos veces seguidas con el BMW Serie 1 (concretamente el BMW 120d, con cambio automático).
El primero es una frenada de emergencia en curva, situada justo en mitad de la parabólica, que te invitan a que afrontes a fondo y frenes iguamente a fondo sin temor a las consecuencias. En un coche sin el control de estabilidad, la reacción del coche con toda probabilidad sería la de tender a hacer un trompo. Sin embargo, en este caso el sistema frena la rueda trasera interior lo suficiente para mantener la trayectoria marcada por el conductor, con lo que ni la estabilidad ni la direccionalidad se ven afectadas.
El segundo ejercicio de aceleración y frenada en línea recta. En parejas, uno al lado de otro, se trata de conseguir alcanzar la máxima velocidad y luego frenar lo más cerca posible de los conos de llegada. Con ello se trata de poner a prueba el sistema de asistencia de frenado -que potencia la fuerza aplicada cuando detecta una emergencia- y el control de tracción, aunque también es cierto que con el agarre en un asfalto como el del Circuit de Barcelona-Catalunya hacen falta más CV que los 163 del motor 2.0 TwinPower Turbo del BMW 120d para ponerlo en aprietos.
El tercer ejercicio es un slalom, con el que de nuevo se pone a prueba la eficacia del control de estabilidad para contener las inercias de la carrocería cuando provocas fuertes transferencias de masas a un lado y otro.
Una vez acabadas estas series, se vuelve nuevamente al pit lane para la siguiente prueba, rodar en circuito. En ese trayecto, realizado por el trazado Nacional -en las carreras de campeonatos nacionales el trazado del circuito se acorta y va directamente de la recta de meta a la masía-, los monitores de BMW tienen instrucciones de demostrar las posibilidades dinámicas de los BMW Serie 3 y Serie 4, incluso con los motores diésel. Los derrapajes están a la orden del día, aunque cuando les preguntas todos te dejan clara una cosa: «para conseguir dominar el coche de esta manera, la única manera es practicando mucho». Y eso, también lo dejan claro, solo se puede hacer bien en unas instalaciones habilitadas para ello, como por ejemplo este circuito.
Por eso, cuando te llega el turno de ponerte al volante para dar tres vueltas al límite, el instructor se sienta a tu lado y, además de evaluar tu nivel de conducción -que no de pilotaje…- te ayuda dándote instrucciones sobre cuando es el momento de frenar, el de girar y el de comenzar a acelerar. Y es que uno de los secretos más importantes de una conducción eficaz -y segura- radica en la correcta distribución de los tiempos a la hora de trazar. Otro es la anticipación, que exige poner siempre la mirada no donde estás sino hacia donde quieres ir, algo más fácil de escribir que de practicar, también os lo digo.
El curso finaliza con un sorteo de una tanda de copilotaje en un BMW M4. Igual que en la sesión de hace dos años, tuve la suerte de coger la bola naranja que me daba acceso a pasar tres vueltas al lado de Faust Salom, piloto ganador del TCR España y el CER en 2016. Este joven piloto (19 años) es una de las mayores promesas del panorama automovilístico nacional, y me deleitó con una colección de derrapajes controlados -y con el suelo mojado, porque durante toda la jornada hubo lluvias intermitentes- espectaculares.
La sesión «organizada» finalizaba con la entrega del diploma de asistencia, aunque paralelamente los usuarios podían acceder a dos ejercicios con el nuevo BMW Serie 5, uno para conocer el sistema de detección de obstáculos y otro con el sistema de aparcamiento automático, que realiza toda la maniobra de estacionamiento de forma autónoma.
Sergio Ruiz González
Yo también tuve el privilegio de poder asistir. El equipo y organización de BMW España fue muy buena como en todos sus eventos. Los ejercicios del BMW 120d fueron muy buenos, ejercicios donde te dejan las cosas claras de cómo actuar en una situación extrema, en el cual te encuentras muy pocas veces en la carretera, pero cuando te la encuentras suele ser decisiva. El compacto alemán me demostró una gran frenada y gran capacidad de tracción al ser trasera, con una potencia que se notaba a regímenes altos, ya que en bajos se quedaba cortito. Después el 330d fue un privilegio poder llevarlo en uno de los mejores circuitos del panorama internacional, pero la verdad que se me quedo pequeño, un coche muy tosco aunque tenga tanta potencia. Berlina ideal para hacer autovía y autopistas. Por último, el plato fuerte del evento, el copilotaje con el M4, la bestia bávara. Me tocó con el veterano Víctor Fernández, mientras que mi compañero con Faust Salom, la promesa del automovilismo español. Increíble las prestaciones del M4, pero me sorprendió mucho más la conducción de los pilotos, con una suavidad increíble son capaces de cruzar un coche de manera perfecta a velocidades impensables. Espero vernos en el próximo evento.