El BMW X5 obtuvo un éxito comercial incuestionable para un coche de su precio y características, pero eso no significa que la firma bávara no haya ido adaptando el modelo a las cambiantes demandas de los consumidores. La tercera generación del SUV de BMW (o SAV, según su propia nomenclatura) llega con un perfil más familiar y versátil gracias a las mejoras introducidas en el habitáculo, además de poseer mayores opciones de personalización.
Los cambios en el interior comienzan en unos asientos más elevados que mejoran la visibilidad, aunque es en la parte trasera donde se concentran un mayor número de novedades, como una banqueta abatible en proporción 40/20/40 o la posibilidad de equipar asientos calefactables y de confort. El volumen del maletero también ha crecido sustancialmente, con 650 litros iniciales que pueden incrementarse hasta los 1.870, y estará disponible opcionalmente una tercera fila de asientos.
Las posibilidades de personalización del BMW X5 también se han incrementado gracias a los acabados Pure Experience y Pure Excellence, además del ineludible kit deportivo M y una importante ampliación de los servicios de infotaintment comprendidos en el BMW ConnectedDrive.
Las motorizaciones disponibles en el momento del lanzamiento del modelo serán tres, una de gasolina y dos diésel. Habrá que esperar hasta diciembre para ver en los concesionarios las variantes con más salida comercial, los X5 xDrive40d, xDrive35i, xDrive25d.
La novedad más inmediata es la llegada de la última generación del 4.4 V8 de gasolina xDrive50i, que ofrece un 10% más de potencia que su predecesor con una reducción del consumo del 16%. Los 450 CV se obtienen gracias a la tecnología BMW TwinPower Turbo, la inyección directa de gasolina High Precision Injection y el control variable de las válvula Valvetronic. Su par motor máximo ahora es de 650 Nm (50 Nm más), disponible entre 2.000 rpm y 4.500 rpm, y sus cifras de prestaciones son de primer nivel, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,0 segundos. El consumo medio se ha homologado en los 10,5 l/100 km, que se corresponden a unas emisiones de CO2 de 244 gr/km.
En el apartado diésel estarán disponibles para el nuevo BMW X5 el xDrive30d de seis cilindros en línea y 258 CV, y el BMW M Performance BMW X5 M50d, la segunda gran novedad a nivel de motorizaciones. Se trata de un motor de 3,0 litros y seis cilindros en línea triturbo que entrega 381 CV gracias a la tecnología M Performance TwinPower Turbo, en la que son tres las unidades turbo de accionamiento en fases escalonadas y coordinadas. La inyección directa de combustible por conducto común está a cargo de inyectores piezoeléctricos que funcionan con una presión máxima de 2.200 bar. El motor alcanza un par motor máximo de 740 Nm disponible entre 2.000 y 3.000 rpm, y consume un 11% menos que su antecesor con unas emisiones de CO2 de 177 gr/km.
La reducción general de los consumos, que permitirá a todas la motorizaciones cumplir la normativa EU6, se ha conseguido gracias a la optimización del peso, a la caja de cambios automática de 8 velocidades y a la incorporación de soluciones adicionales comprendidas en el BMW EfficientDynamics como el arranque y parada automáticos, pero también a una importante mejora en la eficiencia aerodinámica. El nuevo BMW X5 incorpora en este sentido elementos destinados a optimizar las propiedades aerodinámicas como cortinas de aire (air curtains), salidas de aire (air breather) y deflectores verticales en la luneta (aeroblades).
Por último, el sistema de tracción total inteligente BMW xDrive podrá ampliarse a excepción de la versión de acceso mediante los kits de chasis de adaptación automática Dynamic y Professional, así como con Dynamic Performance Control.