BMW lanzará el MCV, un eléctrico con estructura de carbono

Múnich (Alemania).- Todo lo que BMW ha mostrado de su futuro modelo urbano es un esbozo de lo que deben ser sus líneas maestras. A primera vista, parece que bonito lo será un rato.

Otra cosa son las promesas sobre lo que nos espera a partir de 2013, fecha que se han fijado para lanzar al mercado del Megacity Vehicle, MCV para los amantes de las siglas.

Tras el anuncio de que el fabricante bávaro, fiel seguidor de algunas de sus tradiciones, lanzaría un modelo en el que las ruedas traseras sólo servirían para acompañar a las delanteras, el MCV se plantea como un utilitario que podría cumplir con esta premisa.

Ahora bien, de momento lo que BMW destaca de este coche es su capacidad para circular sin emitir CO2 a la atmósfera. Vamos, que será eléctrico, más o menos.

De momento, en Múnich están trabajando en varias direcciones para minimizar en lo posible el gran lastre -nunca mejor dicho- que sufren los coches con propulsión eléctrica: sus pesadas baterías. A pesar de que el rendimiento de los motores que alimentan alcanza el 96%, su escasa densidad energética no permite autonomías demasiado prolongadas.

El perfeccionamiento de los acumuladores es, pues, la asignatura pendiente para todos los constructores, y BMW está investigando para conseguir baterías más compactas, baratas y ligeras. Y, casi más importante, que permitan recorrer distancias más largas para no echar de menos los depósitos de los motores de combustión interna.

MiniE ©BMW	MiniE ©BMW	BMW Concept ActiveE ©BMW
	BMW Concept ActiveE ©BMW

Para ello, el primer paso es conseguir baterías capaces de almacenar una cantidad de energía mucho mayor y más aprovechable. En este sentido no sólo juega un papel fundamental la mejora de sus componentes, sino también la de los reguladores de carga inteligentes, el control de la temperatura para mantenerlas en su punto ideal en función de la demanda y una gestión eficiente de los dispositivos accesorios.

BMW Megacity Vehicle ©BMW

BMW Megacity Vehicle ©BMW

BMW Megacity Vehicle ©BMW

Por otra parte, también se está tratando de optimizar el peso del vehículo, utilizando técnicas de construcción ligera y estudiando concienzudamente el uso de los materiales. La denominación LifeDrive de este coche define la formación de dos módulos separados: Life correspondería a la estructura interna de la carrocería, construida a base de plástico reforzado con fibra de carbono, como si de un Fórmula 1 se tratara.

En cuanto a Drive, es la denominación del chasis de aluminio, un módulo creado separadamente en cuya rígida estructura acoge también la batería, dispuesta en los bajos, y el grupo propulsor. También recaería en él la responsabilidad de asumir la energía en caso de impacto de la estructura.

Pese a todo, la misma BMW reconoce que aún falta mucho para llegar a unos niveles semejantes a los propulsores tradicionales y que, por mucho que se aligeren los coches y se mejore la gestión, lo que hay que conseguir es que las baterías mejoren sustancialmente.

Es por eso que la alternativa más viable a corto plazo para conseguir coches de propulsión eléctrica perfectamente utilizables es la denominada «Range Extender». No es una idea nueva, porque General Motors llega dándole vueltas desde hace tiempo con el Opel Ampera. Se trata de añadir un pequeño motor de combustión que actuaría exclusivamente de generador de electricidad para la batería. Al ser pequeño, el gasto de combustible lo sería también y por tanto contaminaría mucho menos que un híbrido de los que están empezando a popularizarse.

Conducción al mismo nivel

Uno de los aspectos que las marcas han de trabajar también es la imagen de automóviles de prestaciones más bien limitadas que tienen los eléctricos.

La parsimonia de coches híbridos como el Toyota Prius sin duda ha contribuido a esta idea, que en BMW desmienten al afirmar que los conductores del Mini E hacen un uso muy similar del coche al de los propietarios del Mini Cooper o del BMW 116i y, además, todos ellos aseguran que el Mini E es muy divertido de conducir.

De ahí la firma alemana deduce que, con más autonomía y espacio, un Megacity Vehicle colmaría las necesidades de movilidad en la ciudad.

De hecho, ya el BMW Concept ActiveE va orientado en esta dirección, gracias a un motor de 170 CV y 250 Nm desarrollado para equipar al primer BMW totalmente eléctrico. Alimentado por acumuladores de iones de litio de última generación, proporciona una autonomía de unos 160 kilómetros. Lo dicho, aún falta, pero el camino está claro.

BMW Megacity Vehicle ©BMW	BMW Megacity Vehicle ©BMW	BMW Megacity Vehicle ©BMW
	BMW Megacity Vehicle ©BMW