Prueba realizada por Roger Escriche
La Presentación Nacional del nuevo BMW X3 nos ha permitido realizar el primer contacto con las dos motorizaciones disponibles de la segunda generación del SAV medio de la firma bávara. Esta presentación coincide con el 25º aniversario de la tracción total xDrive, que actualmente equipan 45 modelos de BMW y se monta de serie en todas las variantes del X3.
Estéticamente, en esta segunda generación del X3 van perdiendo presencia las protecciones negras de la carrocería para favorecer un diseño mucho más fluido, que favorece la integración de elementos como las ópticas y la parrilla. También destaca la zaga más elevada que lo acerca estéticamente al SAV compacto de BMW, el X1, aunque como veremos el nivel de equipamiento y las motorizaciones disponibles lo convierten en un auténtico X5 de tamaño reducido.
BMW lanzará al mercado el nuevo X3 el 25 de noviembre de 2010 con dos motorizaciones, el propulsor de 3,0 litros de gasolina y seis cilindros en línea y el 2.0 diésel de cuatro cilindros. El primero se comercializará por 59.200 €, mientras que la versión diésel estará disponible desde 42.900 €.
Las dos motorizaciones disponibles en el lanzamiento comercial del nuevo X3 serán el bloque de 3,0 litros de gasolina y seis cilindros en línea de 306 CV y el diésel de cuatro cilindros y dos litros de 184 CV, que funcionará como variante de acceso a la gama.
El BMW X3 xDrive35i monta la última evolución del fantástico 3.0 de seis cilindros en línea con TwinPower Turbo, inyección directa y Valvetronic. Entrega 306 CV y 400 Nm de par máximo, 34 CV y 85 Nm más que su predecesor más inmediato, aunque se ha conseguido reducir en un 8% el consumo medio de carburante.
Las prestaciones de este motor montado en el X3 son de primer orden en todas las circunstancias, como atesoran los 5,7 segundos que necesita para acelerar de 0 a 100 km/h. Es un motor tan progresivo como inapelable cuando le solicitamos potencia, y encaja bien con el nuevo cambio automático de 8 velocidades que se montará de serie en todos los X3 equipados con esta variante mecánica.
Esta transmisión, heredada de la Serie 7, incorpora como gran novedad en BMW el sistema Start/Stop, que hasta ahora no estaba disponible en motores de seis cilindros y con esta transmisión automática. Lo más destacable de su funcionamiento es la suavidad con que se realizan las inserciones y, gracias unas relaciones más cerradas, su capacidad para hacer que el motor funcione al régimen apropiado según las circunstancias.
El cambio automático de 8 velocidades también estará disponible para el motor diésel de 2,0 litros y cuatro cilindros, aunque únicamente como opción. La variante de acceso se acoplará de serie a un cambio manual de seis velocidades.
Los 184 CV y 380 Nm de par motor están disponibles en la última evolución del xDrive20d con turbo de geometría variable de admisión e inyección directa common-rail. Aunque las diferencias en prestaciones respecto a su predecesor de 177 CV son inapreciables en marcha, la disminución de hasta el 14% en el consumo medio de carburante lo convierten en uno de los motores más eficientes de su clase.
La segunda generación del BMW X3 llega con un nuevo chasis que intenta compatibilizar en mayor media que su predecesor el comportamiento dinámico con el confort. Con este objetivo se ha montado un eje delantero de tirantes y doble articulación y un eje posterior de cinco brazos con un ancho de vía 92 mm mayor.
Esto se consigue especialmente en las variantes que monten el control dinámico de la suspensión DDC, disponible por primera vez en un modelo X de BMW, mientras que el sistema convencional resulta un poco más blando de lo que se espera en un modelo de la firma bávara.
El DCC dispone de los modos Normal, Sport y Sport +. El primero cumple de sobras con el cometido de la comodidad, mientras que el modo Sport nos ofrece un
comportamiento intachable en cualquier tipo de curva. El modo Sport+, como es habitual, se reserva para los más volantistas e implica la desconexión de parte de las ayudas a la conducción.
Por primera vez, el X3 contará también con la dirección servoasistida electromecánica en todas las variantes, y opcionalmente con la dirección deportiva variable.
En cuanto al sistema de tracción total, que en condiciones normales transmite el 60% de la potencia al tren posterior, la única novedad anunciada por BMW es el rediseño del transfer para transmitir más par.
Las novedades más importantes en el habitáculo del nuevo X3 se encuentran en el nivel de equipamiento disponible, que abarca la mayor parte de opciones disponibles en su hermano mayor, el X5.
Entre ellas se encuentran la cámara de visión trasera con Top View y el excelente nuevo head-up display, que facilita enormemente la lectura de las indicaciones del navegador. También están disponibles otros elementos como la conexión a internet, el control de crucero con función de frenado o el sintonizador de TV.
El puesto de conducción del X3 continúa siendo perfecto ergonómicamente, aunque la colocación del control de la suspensión adaptativa ha obligado a desplazar el mando iDrive hacia la derecha del túnel de transmisión. También hay ligeros cambios en el salpicadero, con un cuadro de mandos que acoge más información y recuerda el de la Serie 7.
El maletero puede pasar de los 550 litros iniciales a una capacidad máxima de 1.600 litros con la banqueta trasera abatida en proporción 40/20/40.
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