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BMW se ha decidido a implantar la filosofía de conducción M a los dos mayores modelos que conforman su gama X, el X5 y el X6, y lo ha hecho consciente de que la historia y la tradición que va unida a esta letra no podía quedarse en medias tintas.
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Los dos modelos estrenarán un nuevo propulsor V8 de 4.395 cc, inyección directa de gasolina y tecnología TwinPower Turbo que entrega 555 CV a 6.000 rpm, y monta por primera vez en el mundo un colector de escape compartido por las dos bancadas de cilindros. Los turbocompresores y catalizadores se encuentran situados entre las dos filas de cilindros para obtener una respuesta más lineal durante todo el margen de revoluciones y un par máximo de 680 Nm sostenido entre las 1.500 y las 5.650 rpm.
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El nuevo motor V8 también equipa diversas soluciones de la filosofía Efficient Dynamics como la recuperación de la energía de frenado, el control de la bomba de gasolina en función de la solicitación, el compresor del sistema de aire acondicionado desacoplable y la regulación de la alimentación del fluido hidráulico al sistema de estabilización de inclinaciones, presentado por primera vez en el nuevo BMW Serie 7.
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El propulsor estará acoplado a una caja de cambios M Sport-Automatic de seis velocidades con levas en el volante, que puede funcionar con los programas Sport y Efficient. Con ella, los dos modelos aceleran de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y alcanzan una velocidad máxima de 250 km/h, o de 275 km/h si equipan el paquete Driver M. El propulsor está preparado para superar la exigente normativa Euro V, con un consumo medio de 13,9 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 324 gr/km.
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BMW ya había
anunciado la llegada de la tracción total a sus modelos M, pero al final ha sido al revés: la M ha sido la primera en llegar a sus modelos con xDrive. El nuevo reglaje específico del sistema xDrive y el Dynamic Performance Control DPC tienen como objetivo alcanzar sin tapujos el máximo nivel de prestaciones y dinamismo. El sistema reparte la enorme fuerza motriz de modo variable y automático entre las ruedas delanteras y posteriores, mientras que el DPC se encarga de calcular la distribución de la fuerza entre las ruedas del eje posterior para permitir acelerar con mayor fuerza a la salida de las curvas. El Integrated Chasis Management ICM, por su parte, centraliza el control de ambas funciones, además del DSC y la dirección adaptativa.
Precisamente, la dirección Servotronic que equipan ambos modelos también cuenta con un desarrollo específico que permite escoger una modalidad Sport que selecciona una programación radicalmente deportiva.
En el exterior, los dos modelos presentan pequeñas diferencias de enfoque. Mientras que el X5 M cuenta con una imagen más exclusiva, el X6 M entra más claramente en la deportividad y el dinamismo.
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Entre las generosas opciones de acabado interior para ambos modelos se encuentra la última generación del mando iDrive con un menú específico M Drive que permite acceder de una forma mucho más visual e intuitiva a los ajustes del sistema EDC, de la dirección asistida, el sistema de control dinámico de estabilidad DSC o la modalidad Power. El conductor puede memorizar su configuración preferida y almacenarla para que se active con un sólo click del botón M situado en el volante.