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El nuevo Chevrolet Camaro está directamente
inspirado en la primera generación del modelo, que se comercializó en Estados Unidos a partir de 1967 para competir con otro de los mitos americanos que ha sobrevivido sin excesivas dificultades al paso del tiempo, el Ford Mustang. El nuevo coupé deportivo presentado por Chevrolet adereza su apariencia retro con la última tecnología para definirse como una elección diferente entre los coupés de altas prestaciones, con una relación calidad precio que la marca americana considera inigualable.
Los diseñadores de Chevrolet tenían como premisa integrar las líneas clásicas y reconocibles del Camaro clásico en una forma exterior inequívocamente contemporánea. Los trazos del modelo original son claramente reconocibles en el eje delantero muy adelantado, el largo capó y una trasera muy corta, sin por ello quedar atrapados en un enfoque puramente retro. Elementos como el frontal en forma de V y las branquias en los paneles del cuarto trasero, así como los amplios hombros del vehículo, son por el contrario elementos claramente distintivos de la quinta generación del Camaro.
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El nuevo Chevrolet Camaro está
equipado con el mismo propulsor V8 de 6.2 litros y 400 CV del Corvette, con cabezas de cilindro de alto flujo que proporcionan un mayor par a bajo régimen y una mayor potencia a altas vueltas. Combinado con la transmisión automática de seis velocidades,
entrega 535 Nm de par máximo e incluye el sistema de Control Activo de Combustible, que permite al motor funcionar a baja carga con sólo cuatro cilindros para ahorrar combustible.
El control de estabilidad StabiliTrack y el control de tracción forman parte del equipamiento de serie. Pueden configurarse en modo Competición y Sport, y se combinan con el control de salida en las versiones con caja de cambios automática. Chevrolet ha optado por montar suspensiones independientes en los ejes delantero y trasero, y ha procurado mejorar la rigidez torsional del conjunto a través de estampaciones de una sola pieza lateral y tolerancias mínimas para los ajustes entre los paneles.
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En el interior, los acabados de calidad consiguen combinar un inequívoco sabor retro con las nuevas tecnologías en cuanto a materiales e iluminación. El panel de instrumentos está compuesto por dos grandes indicadores redondos encastrados en alojamientos cuadrados, haciendo un guiño a los Chevrolet Camaro clásicos. El agrupamiento de indicadores de la consola central también recuerda al Camaro de 1969, aunque integran una iluminación con tecnología LED. Un paquete de luz ambiental con esta tecnología está también disponible como opción.
