El pretexto para comunicarlos ha sido que la marca va a invertir más de 230 millones de dólares (cerca de 154 millones de euros) en cuatro plantas de producción, que permitirán la creación de más de 500 empleos.
En una de dichas plantas se construirán dos motores tetracilíndricos de 1,4 litros de capacidad. Uno de ellos será un flex-fuel que actuará como generador de electricidad para cargar la batería del Volt. Este modelo, que comenzará su producción a finales de 2010, funcionará permanentemente con energía eléctrica, lo que supone un nuevo paso en la evolución de los modelos híbridos.
El Volt dispondrá de una autonomía de casi 65 km con emisiones cero, y se incrementa hasta los 483 km cuando actúa el motor de combustión interna.
La otra variante mecánica, que tendrá cabida en el Cruze, contará con un turbocompresor y debería situarse por prestaciones por encima de los 141 CV del motor 1.8 de gasolina que se comercializa actualmente, manteniendo a su vez unos niveles de consumos y emisiones muy inferiores.