Lo anunciaron en septiembre pasado y lo desvelaron durante el Salón de Frankfurt 2013: a partir de ahora Citroën va a hacer coches diferentes al resto. La carrocería del Citroën C4 Cactus es el primer ejemplo de ello y, de hecho, las fotos muestran que se aparta bien poco del prototipo mostrado en el salón alemán.
Citroën C4 Cactus ©Citroën
El Citroën C4 Cactus es, aunque no lo parezca, un crossover compacto del segmento C, como lo es también, por poner un ejemplo al azar, el Nissan Qashqai. Ahora bien, donde el modelo nipón pone unas líneas modernas pero más bien conservadoras, el C4 Cactus se exhibe como ejercicio estético un tanto estrafalario que promete atraer todo tipo de miradas. Más que, por ejemplo, el también peculiar Skoda Yeti.
Citroën C4 Cactus ©Citroën
Uno de los detalles que marcan el carácter de este coche son las almohadillas dispuestas en la carrocería, denominadas Airbump. Se trata de unos elementos de protección, realizados en TPU (poliuretano termoplástico) que encierran cápsulas de aire para amortiguar los golpes en ciudad.
La longitud del Citroën C4 Cactus, 4,16 metros, es algo inferior al concept car del que deriva, pero los 2,60 metros de distancia entre ejes le permiten ofrecer una habitabilidad equiparable al del Citroën C4 convencional.
Citroën C4 Cactus ©Citroën
Y aunque los centímetros se repartan de forma similar, Citroën se ha esforzado por conseguir que la sensación de espacio de multiplique. Una amplia superficie acristalada por un lado, y una concepción particular del interior por el otro, deberían contribuir a conseguir este efecto.
Citroën C4 Cactus ©Citroën
El diseño bajo del salpicadero o el desplazamiento del airbag del pasajero al techo forman parte de las licencias que se han tomado en este coche, que cuenta además con unos asientos delanteros especialmente anchos.
El maletero, de 358 litros de capacidad, redondea el objetivo de la marca, que no es otro que hacer del Citroën C4 Cactus un coche tan práctico como llamativo por dentro y por fuera.
Citroën C4 Cactus ©Citroën
Pese a formar parte de la familia de compactos de la marca de los dos chevrones, el Citroën C4 Cactus pesa cerca de 200 kg menos que sus hermanos, y se queda en 965 kg. La ganancia es una suma entre la nueva plataforma modular EMP2 del Grupo PSA, el uso materiales como el acero alto límite elástico (THLE) y el aluminio, y el ahorro en componentes como los elevalunas traseros (los cristales traseros son batientes) o el asiento posterior (no es plegable por partes), entre otros detalles.
Con ello, la marca promete que el Citroën C4 Cactus contará con un motor de gasolina con emisiones de CO2 por debajo de los 100 g/km, y otra diésel de 82 g/km y un consumo de 3,1 l/100 km.
