Según el rotativo madrileño, «en esta segunda generación del C5 el fabricante francés no se limitó a realizar una remodelación y puesta al día del modelo. Muy al contrario, el resultado fue el único que podría darse tras una decidida apuesta para crear una berlina con una línea muy audaz«.
El interior del Citroën C5 también ha sido un punto destacado para la obtención de este premio. El jurado ha destacado «las calidades de los materiales y la terminación«, que crean «una sensación de máxima calidad en todos los aspectos, con detalles tan innovadores como los asientos delanteros en los que, además de los reglajes habituales, se permite modificar la curvatura del respaldo».