El Citroën Tipo H, heredero del conocido como “Tub”, era una furgoneta de amplia difusión en países como Francia, Bélgica u Holanda, donde tras la Segunda Guerra Mundial resultó muy útil este tipo de vehículo comercial, práctico, sencillo y cuyo diseño le dotaba de una gran versatilidad.
Probablemente, ha sido el cariño que se les tiene en su país de origen el motivo por el que han servido de inspiración para crear el Citroën Tubik, una suerte de monovolumen de 4,80 metros de largo (sus 9 plazas lo convierten casi en un minibus). Al contrario de lo que suele suceder en este tipo de vehículos, la práctica totalidad de los cuales son derivaciones más o menos civilizadas de una furgoneta de carga, el Tubik ha sido concebido como un automóvil para viajar cómodamente.
Sus asientos, por ejemplo, se pueden colocar en muchas posiciones diferentes, y se le ha equipado con un sistema multimedia de lujo, con sonido de alta definición, pantalla gigante semicircular, etc.
Como equipo propulsor, la marca francesa ha vuelto a utilizar la combinación diésel HDi delantero más eléctrico trasero, denominado HYbrid4, que le permite ofrecer tracción permanente a las cuatro ruedas, a la vez que consigue mantener un nivel de emisiones de CO2 equivalente al de una berlina clásica.
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