El ‘coche’ que intentará superar los 1.600 km/h

Bristol (Gran Bretaña).- Después de numerosas mejoras en el diseño de lo que ya sólo técnicamente puede llamarse un coche -entre ellas la incorporación de un turborreactor procedente del caza Eurofighter Typhoon– el proyecto Bloodhound ha anunciado un nuevo intento para conseguir el récord del mundo de velocidad sobre tierra. El objetivo de la misión es superar las 1.000 mph, o lo que es lo mismo, los 1.600 km/h.

Si el Bloodhound SSC original montaba un reactor pequeño de 200 kg, la necesidad de contar con más potencia para crear agarre aerodinámico suficiente llevó a desarrollar un reactor híbrido de 400 kg, 45 cm de diámetro y 4,25 metros de longitud que permitirá estabilizar el frontal del vehículo. El reactor está diseñado para generar unos 135.000 CV de potencia.

La compañía aeronáutica Lockheed Martin ha sido la responsable de desarrollar unas ruedas de 90 cm de diámetro capaces de soportar fuerzas de 50.000 G radiales y un peso de 6,5 toneladas desplazándose a 1.690 km/h. La construcción del vehículo se ha iniciado en Bristol (Gran Bretaña) después de diez evoluciones preliminares desde el inicio del proyecto.

El primer test real para superar el récord del mundo de velocidad dará comienzo en 2011 en Sudáfrica, aunque el escenario definitivo del intento de consecución del récord del mundo de velocidad sobre tierra no está definido. Según los responsables del proyecto, tendrá que realizarse en un área de diez millas de longitud por dos milla de anchura, además de ser completamente plana y lo suficientemente firme para soportar 6,5 toneladas en movimiento.

El proyecto Bloodhound fue lanzado en 2008 como parte de un programa para inspirar a los jóvenes a desarrollar su carrera profesional en el mundo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. El actual récord de velocidad sobre tierra se encuentra en manos del británico Andy Green, que pilotó el ThrustSSC a 1.228 km/h. Sin embargo, el récord de velocidad de un vehículo direccionable se encuentra en posesión del norteamericano Don Vesco, que llevó su Vesco Turbinator hasta los 738 km/h.