Al ver pasar el Hummer de Robby Gordon, uno no puede evitar el recuerdo de aquellas películas americanas de los años 80, en las que las enormes carrocerías de berlinas y rancheras se hundían estrepitosamente con la mas leve frenada, y más que inclinarse se balanceaban al afrontar los virajes a medida que el protagonista trataba de escapar de los malos.
El vídeo de su salida del podio del año pasado da fe de que, en cierto modo, esa filosofía sigue vigente, aunque solo sea por el interés que tiene este piloto americano por dar al espectador lo que anda buscando, puro espectáculo.
A pesar de que la marca Hummer dejó de producir vehículos hace ya más de dos años, Robby Gordon sigue presentándose con su H3 por el raid más duro del mundo, con 7 participaciones desde el año 2005.
En esta ocasión, además, lo hace con ánimos de revancha, tras la descalificación del año pasado, tras serle detectado un sistema de inflado de neumáticos no admitido por el reglamento.
Hasta ese momento, entre Nasser Al-Attiyah y el propio Robby Gordon habían logrado 5 victorias de etapa en el Dakar de 2012, demostrando que su motor atmosférico 6.0 V8 trasero le permitía ser, de lejos, el coche más rápido de la carrera.
El qatarí, sin embargo, acabó muy descontento con la fiabilidad del Hummer, un aspecto que según parece se ha mejorado mucho. En cualquier caso, y para evitar los problemas con A.S.O. sufridos el año pasado, en esta ocasión negoció que la organización realizara una preinspección técnica del vehículo.