La trayectoria de los Mitsubishi Racing Lancer es de lo más rocambolesco que uno se puede encontrar en el mundo de la competición. Desde que en 2009 hiciera su debut en el primer Dakar americano, las diversas unidades producidas han ido cambiando de manos año tras año, una vez que el equipo oficial Mitsubishi se desmembrara a causa de la crisis económica.
Desechado el eficaz pero caro motor diésel desde aquella participación, los diferentes preparadores siempre han optado por recuperar un motor de gasolina para este coche. El V6 de 4,0 litros de cilindrada de la propia Mitsubishi había venido siendo la opción más natural, aunque el año pasado el equipo Dessoude prefirió utilizar el 3.7 V6 de Nissan, que por algo son especialistas en esa marca.
Wevers Sport ha ido un poco más lejos, ya que han empleado el bloque V8 del Ford Mustang Coyote, de cuyos 5,0 litros de cilindrada arrancan 345 CV. Son tantos los cambios que ha requerido el coche para dar cabida a este propulsor en el vano delantero que el preparador se ha atrevido incluso a cambiarle el nombre por completo.
El Henry Racing HRX-Ford es, pues, un prototipo muy distinto al original japonés a pesar de contar con la misma piel, bajo la cual “se han modificado también la caja de cambios, ahora una Sadev secuencial de 6 velocidades, el embrague, el motor de arranque, el cableado, el aire acondicionado, etc.”, según comentó Dirk-Jan Gevers, responsable del desarrollo de esta unidad, en una entrevista publicada por el blog ilovedirtyhands.com.
La suspensión cuenta con amortiguadores del especialista holandés Reiger, completamente regulables, mientras que los neumáticos BF Goodrich All Terrain 245/80 R 16 van montados sobre llantas OZ de aluminio de medidas 7 J x 16”.