Contacto Porsche Macan: deseo descubierto

Prueba realizada por Gaby Esono

Una de las ideas que me vinieron a la cabeza mientras realizaba la prueba del Porsche 911 Carrera 4 es que de la historia propia se puede presumir, pero lo que da de comer es lo que haces ahora.

Porsche Macan ©Porsche

En Porsche esto lo tienen claro, aunque les costó lo suyo. Tuvieron que pasar casi 50 años desde su fundación para encontrar la fórmula que les permitiera diversificar su oferta sin perder el prestigio acumulado con el sempiterno nueceonce.

El Porsche Boxster se convirtió en una alternativa más accesible a la marca y consiguió, por fin, el reconocimiento del público, después de intentos baldíos como el Porsche 924 (y sus sucesores) o el magnífico Porsche 928.

Porsche Macan S Diesel ©Cochesafondo

Desde entonces (el Boxster fue lanzado en 1996), casi todo lo que ha hecho Porsche ha tenido un reconocimiento comercial notable. Los tiempos cambian y Porsche ha sabido cambiar con ellos como pocas marcas. Propuestas que antaño se antojaban muy poco probables, como ofrecer un SUV (Cayenne) o una berlina con 5 puertas (Porsche Panamera), o totalmente imposibles, como vender coches con motor diésel (la misma marca lo negó en su día por activa y por pasiva), ahora forman parte del catálogo del fabricante alemán de deportivos con toda naturalidad.

Porsche Macan S ©Porsche

El último de estos cambios lo representa la llegada de un segundo SUV, el Porsche Macan. Presentado en noviembre de 2010 como «proyecto Cajun«, se trata de un todocamino más pequeño que el Porsche Cayenne, y que llega para aportar al segmento una deportividad que no tienen el Audi Q5, el BMW X3 ni el Mercedes-Benz GLK.

Porsche Macan Turbo ©Porsche

Porsche no niega que el origen de su nuevo SUV compacto es el modelo de la firma de los cuatro aros. Dentro del Grupo Volkswagen, a las que las dos marcas pertenecen, es casi obligatorio aprovechar desarrollos en lo posible para ahorrar costes, y así poder esmerarse más en otros aspectos. La firma de deportivos se anda con mucho ojo en este sentido, de ahí que se esmere en preservar su propia identidad a toda costa.

Porsche Macan ©Porsche

Así, aunque la plataforma del Porsche Macan sea la misma que la del Audi Q5, a la hora de la verdad son tantos los cambios que resulta difícil encontrar puntos en común entre ambas. Explican que a la estructura original se le ha eliminado lo que no servía y se ha modificado el resto: carrocería (la de Porsche tiene además un ensamblaje específico, que hace el conjunto más rígido), suspensiones, frenos delanteros y dirección (de asistencia electromecánica heredada del Porsche 911) son propios. Y los neumáticos también, aseguran, refiriéndose al equipo de ruedas que Michelin ha creado pensando en este SUV deportivo. Por cierto, de medidas más anchas para el eje trasero. Luego lo cuento con más detalle, pero ya te aviso de que nada esto es solo de cara a la galería.

Porsche Macan S ©Porsche

Los grupos propulsores son el otro punto a tener en cuenta. Para los que quieren ir muy deprisa, dos V6 biturbo de inyección directa de gasolina, basados en el V6 estrenado en el Panamera; un 3.0 de 340 CV para el Macan S y un 3.6 de 400 CV para el Macan Turbo, el tope de la gama. Para los que también piensan en el consumo, el 3.0 V6 de origen Audi para el Macan S Diésel, al que los 250 CV no le quedan cortos.

Porsche Macan Turbo ©Porsche

Nada más, de momento. Si has leído por ahí que habrá una versión por debajo, la marca asegura que es sólo para el mercado chino y que por ahora no está previsto -ni descartado- que llegue a Europa.

Todos ellos van asociados de serie a la misma tracción total PASM de los Porsche 911 Turbo y Carrera 4, en lugar del sistema quattro de Audi con diferencial Torsen. El motivo: para que la entrega de par pueda ser continuamente variable en función de las circunstancias.

Y, como intermediaria entre el motor y las ruedas, la caja de cambios PDK de doble embrague, con 7 velocidades.

Subirse al Porsche Macan y que te entren ganas de conducirlo es todo uno. Es cierto que en una presentación de un día el tiempo está muy medido y apenas te queda tiempo de fijarte en unos pocos detalles.

Porsche Macan Turbo ©Porsche

Pero ya que aspectos como la ergonomía y la calidad de acabados en una marca como Porsche dan por norma una muy buena primera impresión -al menos, hasta tener la oportunidad de probarlo con más calma-, preferí centrarme en resolver mi principal incógnita: ¿es posible que un coche alto (1.624 mm) y relativamente pesado (más de 1.800 kg el Macan S Diésel, el más ligero de los tres) se comporte como un deportivo?

El capó del Porsche Macan es de aluminio y cuenta con un canal interior de conducción de aire integrado para refrigerar los turbos ©Cochesafondo

Mi duda iba en serio, así que el primer coche al que me subí fue el Macan Turbo. Dicen que, en caso de tener la oportunidad, es mejor ir de menos a más para apreciar las diferencias entre un modelo básico y el no va más. Pero es que resulta que en la primera parte del recorrido nos mandaban por uno de los tramos del antiguo Rally de Madrid, así que no era cuestión de andarse con remilgos.

Porsche Macan S ©Porsche

Podría darle muchas vueltas al asunto técnico, que en Porsche envuelven en un sinfín de siglas. Que si el PTV+ (Porsche Vectoring Torque Plus) por un lado y el PASM (regulación de la dureza de la amortiguación) por el otro. O el PDK. O la dirección de asistencia eléctrica y variable. Pero lo cierto es que cuando estaba tratando de abordar curva tras curva, lo único que tenía muy claro es que su comportamiento es magnífico.

Motor 3.0 V6 del Porsche Macan S Diesel ©Porsche

No sólo porque la dirección guía las ruedas delanteras de forma excepcional, algo en lo que sin duda los neumáticos mixtos Michelin Latitude Sport 3 en llanta opcional de 21 pulgadas también tienen mucho que decir, sino porque toda la parafernalia electrónica que Porsche pone a tu disposición sirve para incrementar la eficacia del Macan Turbo.

En el maletero del Porsche Macan seguro que caben los palos de golf de cualquiera ©Porsche

Forzando mucho las cosas (por ejemplo, en una rotonda contraperaltada ideada por algún ingeniero de caminos con un grave problema de personalidad), se nota que el primer instinto de este SUV compacto es el de salirse por la tangente. Pero entonces percibes cómo la rueda interior trasera tira del coche hacia atrás, lo que se convierte en fracciones de segundo en una corrección de la trayectoria hacia el trazado que has marcado realmente con el volante (por cierto, de diseño inspirado en el del Porsche 918).

Te podrías pasar la vida con el Porsche Macan Turbo de puerto de montaña en puerto de montaña, porque a la vez que sientes que este deportivo (sí, reconozco que me lo ha parecido, aunque algún purista se lleve las manos a la cabeza) es capaz de enlazar vértices con una agilidad impresionante, algo a lo que también ayuda lógicamente la rapidez de reacciones de la tracción total, resulta que también sabe mantener las formas cuando se le exige mucho a los frenos.

Porsche Macan ©Porsche

Porsche Macan ©Porsche

Porsche Macan ©Porsche

Nobleza obliga y, aunque este coche no tenga nada que ver con el 911, la fama del hermano mayor exige que el resto de miembros de la familia frenen también como posesos. En este caso, unos discos delanteros de 360 mm de diámetro enfrentados a pinzas monobloque de aluminio con seis pistones (detrás los discos son de 356 mm) se encargan de mantener la carrocería en su sitio.

Los frenos son más pequeños. La respuesta del motor no es tan brutal. ¿Y qué? Los 250 CV de potencia del Porsche Macan S Diésel y los 340 CV del Macan S a secas no deslumbran si te acabas de bajar del Turbo, pero apenas has recorrido unos pocos kilómetros ya no echas de menos la contundente respuesta del tope de gama.

Porsche Macan S ©Porsche

La diferencia de potencia existe y Porsche se encarga de marcarla aún más con el botón Sport Plus disponible en el Macan Turbo, que cambia diversos parámetros de respuesta del motor, cambio y asistentes electrónicos.

Sin embargo, no hay en España carretera alguna en la que uno no se lo pueda pasar prácticamente igual de bien con cualquiera de los tres y temer en la misma medida la aparición de un helicóptero que inmortalice tus momentos más brillantes al volante.

Porsche Macan Turbo ©Porsche

En el Macan S, los 60 CV que se quedan en el camino sólo se echan de menos si nuestro cerebro está en modo ‘competi’ la mayor parte del tiempo. A la hora de la verdad, éste te sirve para darte una alegría de tanto en tanto.

Porsche Macan Turbo ©Cochesafondo

Tal vez, el Macan S Diesel que probé fuera un punto más cómodo –luego, algo menos eficaz al límite- que sus hermanos de gasolina. Es una sensación que tuve, muy sutil y que quizá tuviera más que ver con el propio temperamento de su motor que con la misma configuración del bastidor. En cualquier caso, a mí me sirve para entender que esta versión básica del Porsche Macan tiene un enfoque también prestacional, pero a la vez más versátil, más dado a un uso “estándar” del coche.

A partir de este mes de abril llegan los Porsche Macan a los concesionarios de la marca en España. Y por lo visto deben de estar encantados, porque de las 700 unidades que se han asignado para nuestro mercado, 380 ya están vendidas. La lista de espera, además, es ya de algunos meses y sin duda habrá quien tenga que esperar a finales de año o más allá.

Si bien todos los Macan montan de serie neumáticos mixtos, la opción de neumáticos ‘todo tiempo’, con menor resistencia a la rodadura, permite que el S Diesel vea rebajada la cifra de emisiones a 159 g/km, con lo que el impuesto de matriculación es del 9,75% (en lugar del 14,75% del resto).