Prueba realizada por Gaby Esono
Por fin la nueva generación de los smart fortwo y smart forfour comienza a ser completamente coherente con su imagen de marca de coches urbanos por antonomasia. Seis meses después de su lanzamiento, ya está disponible la combinación del cambio automático twinamic (se trata de un cambio DCT, Dual Clutch Transmission, de origen G-Track) con el motor turbo de 90 CV, de momento el más potente de la gama, al que hay que añadirle los 980 euros que cuesta esta opción en ambos modelos.
Históricamente, uno de los rasgos que siempre han identificado al smart fortwo es el cambio robotizado, de serie en todas sus versiones. La nueva generación rompió con esta tradición, al introducir por primera vez una caja de cambios manual de 5 velocidades, dejando el twinamic al principio de su comercialización como opción, únicamente para el propulsor atmosférico de 71 CV.
Después de haber estado con los responsables de la marca, uno puede entender en cierto modo por qué han tardado tanto en generalizar una transmisión que, en un coche de este segmento y planteamiento más bien premium, pienso que debería ser obligatoria.
Y es que, después de haber visto como las ventas de smart se han incrementado en España un 70% en lo que llevamos de año, está claro que hay una gran parte del público al que eso de no encontrar un pedal de embrague le parece que le resta capacidad para controlarlo. De hecho, la mayoría de compradores de los nuevos smart fortwo son de conquista, es decir, no tenían un smart antes, ya que los que ya tienen uno estaban esperando precisamente a que el automático llegue al mercado. Con la llegada del verano, es de esperar que las ventas se relancen de forma significativa.
Tanto el dos plazas como el cuatro plazas de la actual generación de smart son coches sensiblemente más civilizados que el anterior fortwo. Son más cómodos y estables al conducir, son más habitables y el interior transmite una mayor sensación de calidad. Y todo ello, sin dejar de ser smart.
Con “ser smart” me refiero, claro está, a ser urbano, a moverse con soltura por la ciudad, pero sobre todo a hacerlo con el menor estrés posible, algo en lo que el cambio automático es sin duda el mejor aliado posible.
A la hora de implantar el cambio twinamic en los smart fortwo y smart forfour, la marca ha trabajado precisamente para que, en la búsqueda del equilibrio entre eficacia y confort, este primara sobre aquella, y el resultado ha sido muy bueno en líneas generales.
Como es norma habitual en los cambios de doble embrague, incluso en los que trabajan en seco como este (para los motores más potentes se suele utilizar embragues en baño de aceite), las transiciones al subir de marchas son prácticamente imperceptibles. Al contar con dos embragues, mientras una marcha está insertada, la superior está preparada para que el sistema la conecte cuando las condiciones de marcha así lo requieran. En este caso concreto, además, diría que incluso a baja velocidad en primera y segunda se ha trabajado muy bien para reducir las vibraciones y brusquedades, uno de los puntos críticos de los cambios con embrague en seco.
Así, en conducción normal o cuando se trata de ser eficiente, se trata de una transmisión que da gusto utilizar. Está por supuesto a años luz de su lentísimo predecesor y, a cualquiera que lo pruebe debería quitarle por completo la tentación de ahorrarse el dinero de la opción.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que, pesar de que el motor de 90 CV aporta un plus de prestaciones que permiten aventurarse fuera de la ciudad con cierta dignidad, no hay que esperar de esta combinación propulsor-transmisión un comportamiento deportivo, ni siquiera pulsando la tecla ‘Eco’-‘Sport’ situada junto a la palanca del cambio.
Carlo Schultz, responsable del desarrollo de transmisiones de smart, me explicaba que al circular en modo ‘Sport’, se varía la actuación del sistema que, entre otras particularidades, cambia de marcha a un régimen más alto y sitúa el embrague que no está conectado más cerca del volante de inercia para que el cambio sea aún más rápido.
La diferencia se nota, y mucho, porque en modo ‘Eco’ hay incluso una cierta parsimonia que se tolera por el bien de ahorrar combustible y emisiones, pero en cualquier caso no tanto como para decir que en modo ‘Sport’ se pierde confort, una de las principales preocupaciones del ingeniero alemán, salvo que seas una persona muy sensible y quisquillosa.
Bajando de marchas la suavidad se mantiene, pero no así la rapidez, por lo que si necesitas garbo con cierta urgencia no queda otra que recurrir a la palanca de cambios o, si pagas la opción (300 euros), a las estupendas y muy recomendables levas en el volante.
En cualquier caso, por lento que sea, en los ejercicios de recuperaciones el twinamic debe batir sin misericordia a su hermano manual cuando pisas a fondo, aunque en aceleraciones puras, partiendo desde cero, no hay tal ventaja: el 0 a 100 km/h el fortwo 90 con el secuencial lo realiza en 11,3 segundos, mientras que el manual lo consigue en 10,4 segundos, según valores de la marca. En el forfour las distancias son similares, con 11,2 y 11,9 segundos para el manual y el twinamic respectivamente, una diferencia que se justifica más en las diferencias en las relaciones de transmisión, más largas en el twinamic, que en los 35 kg de peso suplementario que supone el automático.
El resto de registros mantienen valores similares en ambos casos, bien sea la velocidad máxima (165 km/h) o los consumos (4,3 l/100 km el manual; 4,2 l/100 km el automático).
Con esta nueva variante, tanto el smart fortwo como el smart forfour cuentan con 10 opciones mecánicas: motor atmosférico de 60 CV con cambio manual, atmosférico de 71 CV manual o automático y este turbo de 90 CV también disponible con ambas transmisiones.
Los niveles de acabado se siguen estructurando en tres posibilidades, passion, prime y proxy, aparte de las múltiples posibilidades de personalización habituales, así como otras nuevas.
Una de ellas es el nuevo equipo de información y entretenimiento con sistema Mirror Link, que replica ciertas aplicaciones descargadas previamente en nuestro smartphone, con la idea de que se puedan ver en la pantalla los mensajes de redes sociales, escuchar emisoras de radio online o acceder a todo tipo de servicios.
Versiones | Precios |
smart fortwo 52 kW (71 CV) passion | 12.380 euros |
smart fortwo 52 kW (71 CV) prime | 13.440 euros |
smart fortwo 52 kW (71 CV) proxy | 14.160 euros |
smart fortwo 66 kW (90 CV) passion | 13.250 euros |
smart fortwo 66 kW (90 CV) prime | 14.420 euros |
smart fortwo 66 kW (90 CV) proxy | 15.125 euros |
smart forfour 52 kW (71 CV) passion | 13.080 euros |
smart forfour 52 kW (71 CV) prime | 13.820 euros |
smart forfour 52 kW (71 CV) proxy | 14.525 euros |
smart forfour 66 kW (90 CV) passion | 13.950 euros |
smart forfour 66 kW (90 CV) prime | 15.120 euros |
smart forfour 66 kW (90 CV) proxy | 15.825 euros |