La marca especialista en neumáticos y tecnología en sistemas de seguridad Continental promueve, junto con la Fundación CEA (Comisariado Europeo del Automóvil) diversas acciones para la concienciación, prevención y reducción de los siniestros en la carretera.
Estos tres pilares del programa que han arrancado tienen un punto en común: el factor humano. No en vano, las acciones de los conductores son las causantes, en la mayoría de las ocasiones, de los accidentes. El riesgo de padecerlos, además, empieza antes de que el vehículo se ponga en marcha, ya que detrás de muchos siniestros se esconde un mantenimiento deficiente del automóvil.
El neumático es el elemento de seguridad más importante de cualquier vehículo, no en vano, es su único punto de contacto con la calzada. Por ese motivo, para el conductor debería ser una prioridad asegurarse de que se encuentran siempre en perfecto estado y con las presiones correctas antes de iniciar la marcha. Sin embargo, nada menos que un 60% de los accidentes se achacan a neumáticos se encontraban en mal estado, un 31% provocados por pinchazos y un alarmante 28% debido al desgaste de las cubiertas.
Por otra parte, la seguridad no es el único factor al que afecta circular con unos neumáticos en mal estado, de mala calidad (low-cost, reciclados o de segunda mano) o con la presión inadecuada. El consumo –y, por tanto, la emisión de sustancias contaminantes- se puede incrementar sensiblemente en esos casos. Por ese motivo, desde hace casi cuatro años todos los neumáticos comercializados en la UE deben mostrar la etiqueta europea en la que se muestran, entre otros valores, su clasificación en materia energética. La diferencia de consumo del vehículo que monta neumáticos con clasificación A –los más eficientes- puede suponer un ahorro de 300 € durante su vida útil respecto a un neumático con clasificación E.