Continuidad estética en el nuevo Suzuki Swift

Esztergom (Hungría).- Suzuki ha optado por conservar prácticamente intactos los trazos del anterior Swift a la hora de renovar su modelo polivalente. Una lectura detallada a sus características, sin embargo, permite hablar de un coche prácticamente nuevo que ha cambiado mucho más que el frontal y los pilotos traseros.

Para empezar, porque la distancia entre ejes, uno de los datos que determinan la estructura de un vehículo, es ahora 50 mm más larga y se sitúa en 2.430 mm. No es la única cota que ha variado, ya que la longitud de la carrocería es ahora de 3.850 mm (90 mm más) y no puede decirse que ello se deba tan sólo a los nuevo paragolpes. La anchura, 1.695 mm, supera en 5 mm a su predecesor, mientras que la altura también supera al antiguo Swift en 10 mm, al colocarse en 1.510 mm.

El nuevo Swift, que Suzuki produce para Europa en la planta húngara de Esztergom, cuenta asimismo con un motor 1.2 Dual-VVT (distribución variable para las válvulas de admisión y de escape) denominado K12B. Éste sustituye parte del anterior M13A de 1,3 litros de capacidad. Pese a su menor cilindrada, desarrolla una potencia y par motor superiores, a la vez que logra unos consumos y emisiones de CO2 más bajos. De hecho, pasa de 5,8 l/100 km a 5,0 l/100 km y de 140 g/km a 116 g/km, respectivamente.

Respecto a la variante diésel D13A con DDiS (inyección directa common-rail), se han realizado ajustes en la gestión electrónica y se han reducido las fricciones internas, con lo que se ha mejorado la eficiencia (4,2 l/100 km contra 4,5 l/100 km y 109 g/km en lugar de 120 g/km). Los nuevos valores permiten al Suzuki Swift diésel pasar la normativa EU5.