El lujo de la piel también cubre el cuadro de instrumentos, los paneles de las puertas y, lógicamente, la tapicería de los asientos, que cuenta con un peculiar diseño tipo «brazalete».
Citroën ha combinado el lujo con la deportividad de las inserciones cromadas, colocadas estratégicamente en puntos como las esferas de los instrumentos, el volante, las salidas de aire, el pomo del cambio o el arco que conecta el salpicadero con la consola central.El enorme parabrisas panorámico proporciona una gran luminosidad al interior, en el que puede apreciarse el contraste de colores entre los diferentes materiales, tratados con barnices especiales para lograr una armoniosa transición del gris al oro.