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Roger Escriche – La Federación Alemana de Deportes de Motor (DMSB) ha aprobado la reglamentación para la próxima temporada del DTM, que detiene cualquier avance tecnológico en los coches con el objetivo de reducir costes y disponer de la estabilidad suficiente para preparar la normativa de 2011.
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En el fondo de esta decisión se encuentran las declaraciones del Dr. Wolfgang Ullrich, director de Audi Motorsport, que abren de par en par las puertas del DTM a la entrada de un nuevo constructor: «
Como la nueva reglamentación se está preparando para 2011, esto pone las cosas fáciles a otro fabricante para entrar en el DTM. Congelar los avances tecnológicos para la temporada 2010 es la mejor manera de contribuir a un ahorro significativo de los costes. DMSB, ITR, Mercedes-Benz y Audi trabajamos juntos de una forma constructiva para conseguir una solución que también beneficia al espectáculo, porque el público sabe que la próxima temporada la batalla estará tan ajustada como esta, o incluso más«.
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Tras el anuncio de su retirada de la Fórmula 1 a finales de esta temporada, se espera que BMW replantee su relación con los deportes de motor. El director de BMW Motorsport, Mario Theissen, ha puesto en entredicho la presencia de la marca en el WTCC en varias ocasiones ante la arbitrariedad de una normativa que intenta en vano igualar las prestaciones de los coches diesel con los de gasolina. Por si fuera poco, ni SEAT, gran dominadora de las últimas ediciones del WTCC, ni Chevrolet -y ya no digamos Lada- compiten directamente con BMW en la venta de vehículos de serie.
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La congelación tecnológica en el DTM es un auténtico lujo para BMW. La firma bávara dispondría de una temporada y media de estabilidad normativa para adaptarse tecnológicamente al campeonato, un tiempo más que suficiente para entrar en el DTM con las garantías necesarias. Con ello queda totalmente superado el principal escollo para cualquier fabricante que va a pelearse en las pistas con dos marcas con las que compite directamente fuera de ellas.
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Aprobada de acuerdo con Audi y Mercedes-Benz, la parada tecnológica afectará a todas las partes aerodinámicas del vehículo, el habitáculo y los sistemas de seguridad así como el motor, y los últimos avances tendrán que ser aplicados antes de la cita de Nürburgring el próximo 16 de agosto. Después de la carrera, los diferentes componentes de los vehículos serán fotografiados y documentados por parte de la DMSB.