Para dar cabida a sus 480 CV, se ha reestudiado el espacio del vano motor para dar al V8 una posición óptima para su uso en competición. La gestión del motor está confiada a una centralita ECU408, que cuenta con el soporte del control electrónico Power400, encargado del manejo de todos los actuadores.
Un cambio secuencial de seis velocidades con función «Quickshift» es el encargado de transmitir la potencia a las ruedas, que a su vez pueden contar con sistemas de asistencia al pilotaje, como un ABS con especificaciones para carreras o el control de tracción.
El tren delantero ha sido completamente rediseñado partiendo de la base del esquema de serie, y monta una barra estabilizadora con ajuste variable. Para el trasero, se mantiene el sistema con eje longitudinal.El peso de todo el conjunto se ha reducido hasta los 1.200 kg, gracias a la incorporación de muchos paneles de la carrocería en fibra de carbono, como las aletas delanteras y traseras, capó, el techo o el salpicadero.