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Trollhättan (Suecia).- Saab ha anunciado la llegada en 2011 de un
nuevo propulsor diésel de 1,9 litros TTiD que permitirá reducir el consumo medio en toda la gama 9-3 del orden del 12% a cambio de un aumento de potencia. La nueva ecuación es posible gracias a la introducción de la
turboalimentación en dos fases, con la que se ha mejorado sustancialmente todo el sistema de gestión del motor.
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Todas las variantes diésel del 9-3 montarán el bloque de 1,9 litros TTiD que se ofrecerá con tres niveles de potencia: una versión de acceso de 130 CV que sustituye al actual TiD de 120 CV, una opción intermedia de 160 CV sustituye al actual diésel de 150 CV y un tope de gama de 180 CV y un par motor de 400 Nm.
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Con esta última variante acoplada a la transmisión manual, las versiones Linear y Vector del Saab 9-3 Sport Sedan dejan el
consumo combinado en 4,5 l/100 km y las emisiones de CO2 en 119 gr/km. Para la versión Sport Hatch, las cifras de consumo son de 4,6 l/100 km y 122 gr de CO2 por km, mientras que en el 9-3 Cabrio, disponible únicamente con las variantes de 160 CV y 180 CV, aumentan hasta los 5,1 l/100 km para unas emisiones de CO2 de 134 gr/km.
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Para optimizar emisiones y consumos, los 9-3 Sport Sedan y Sport Hatch están equipados con una
relación final de transmisión ligeramente más larga, que se une a otras medidas de eficiencia que afectan a toda la gama como el recalibrado de la gestión del motor, la mejora de la gestión de energía eléctrica, los neumáticos de baja resistencia a la rodadura, la reducción de peso y algunas mejoras aerodinámicas como el nuevo deflector trasero.
Todo ello se complementa con la colocación de un indicador de conducción ecológica en el cuadro de instrumentos del 9-3.