McLaren ya había dejado muy claro en el Salón de París 2012 que su nuevo superdeportivo P1 no iba a ser simplemente uno más. Hasta ahora lo habíamos visto rodando en el circuito de Castellolí (Barcelona), pero lo único que sabíamos de su grupo propulsor es que era una evolución bastante radical del 3.8 V8 twin-turbo que monta el MP4-12C, con más de 600 CV.
Pues sí, concretamente 300 CV más. Tal como suena. El 3.8 V8 central trasero junto a un motor eléctrico entregan 916 CV, una cifra a la que muy pocos fabricantes se han atrevido a llegar para un modelo de producción, aunque sea artesanal. El nuevo McLaren P1 supera incluso a la versión básica (un simple eufemismo) del Koenigsegg Agera (910 CV), un fabricante al que jamás le ha temblado el pulso a la hora de ofrecer cifras desmesuradas de potencia a sus clientes.
En McLaren las cosas son bastante diferentes, en buena parte gracias a su dilatada experiencia desarrollando monoplazas de Fórmula 1. El 3.8 V8 twin-turbo ha recibido modificaciones para optimizar la refrigeración y fiabilidad en fases de alta carga. Sus 737 CV a 7.500 rpm y 720 Nm de par motor se combinan en este caso con un motor eléctrico de 179 CV, cuyos 260 Nm son de gran ayuda para el motor de combustión en las aceleraciones.
Según el constructor británico, el sistema electrónico IPAS, de desarrollo propio, permite que la combinación de ambos motores ofrezcan una respuesta más parecida a la de un motor atmosférico que a la de uno con turbo. El motor eléctrico está directamente acoplado al motor de combustión, y la transmisión se realiza a las ruedas traseras a través de una caja de doble embrague y siete velocidades.
El McLaren P1 podrá ser conducido en modo completamente eléctrico o con los dos motores empujando solidariamente. En el primer caso, se podrán cubrir hasta 10 kilómetros de recorrido sin emisiones. La batería pesa solo 96 kg, y está montada en el propio chasis MonoCage de fibra de carbono. Y además, es recargable desde un enchufe convencional en 2 horas, lo que convierte al McLaren P1 en un híbrido enchufable. Por ello la firma británica también ha anunciado unas emisiones de CO2 por debajo de los 200 gr/km.
Como era previsible por su experiencia en la Fórmula 1, McLaren también ha instalado en el P1 un sistema DRS (Drag Reduction System), que reduce en un 23% la eficacia del alerón trasero para reducir la carga aerodinámica.