Con el Yeti, Skoda escapa de su tendencia habitual de construir modelos de aspecto clásico y ofrece una alternativa para aquellos conductores que tengan en mente un vehículo pensado para el ocio, sin perder, no obstante, el talante sobrio que marca el diseño de sus interiores.
Uno de los aspectos donde más ventaja obtiene de pertenecer al consorcio alemán es en la variedad mecánica. La incorporación de los motores TSI, que combinan la inyección directa de gasolina con el turbocompresor, permiten ofrecer un rango de potencias que empieza en los 105 CV del 1.2 y culmina con los 160 CV del 1.8.
En el caso de los conocidos diésel TDI, Skoda cuenta ya en su oferta con las variantes de última generación, en las que se ha sustituido la bomba-inyector por el sistema de inyección directa a través del common-rail. Gracias a ello, cuenta con tres niveles de potencia, 110 CV, 140 CV y 170 CV. Dependiendo del motor, el Skoda Yeti está disponible con tracción delantera o bien con tracción total, gestionada a través del diferencial electrónico Haldex. Posteriormente, se podrá solicitar con el motor 1.2 TSI el cambio secuencial DSG con 7 velocidades.