El Ford Focus RS rinde tributo a las 24 horas de Le Mans

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Saint-Germain-en-Gaye (Francia).- La Escudería Ford Francia, una de las colaboradoras en la organización de las 25 Horas de Le Mans Classic, que se celebra del 9 al 11 de julio, es la principal responsable de que la firma del óvalo haya creado una especialísima colección de su modelo más radical, el Focus RS.

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Inspirados en diferentes modelos de Ford que han participado en la mítica carrera, la escudería gala ha pintado cinco unidades del Focus con los colores que lucieron sus hermanos de competición y los ha equipado con el Pack RS y el Pack RS Tecnología.

Esto significa que en su interior uno se encuentra asientos delanteros y traseros firmados por Recaro, navegador DVD con pantalla táctil y cámara trasera, alarma, Bluetooth, etc. Una vez disputada la prueba, Ford Francia pondrá a la venta estos 5 exclusivos modelos.

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El primero de los coches de referencia es el Ford GT Mk II, ganador de la prueba disputada en 1966. El mismo Henry Ford II, que se había tomado el asunto como algo personal, se involucró personalmente en el proyecto.

Él mismo dio la salida a la prueba, que finalmente venció el equipo formado por Bruce McLaren y Chris Amon, con lo que acabaron con la supremacía de los Ferrari durante la década de los ’60. De hecho, el V8 de 7 litros copó el podio en esa edición de la carrera gala y logró batir por vez primera la barrera de los 200 km/h de media, clavándolo en 210,795 km/h.

El Ford GT Mk IV es el siguiente homenajeado, no en vano los estadounidenses Dan Gurney y Anthony Joseph ‘AJ’ Foyt fueron capaces de imponerse al P4 que Ferrari puso a disposición de Ludovico Scarfiotti y Mike Parkes, finalmente segundos em 1967.

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Tuvieron que correr de lo lindo para vencer, lo que les llevó a batir el récord de velocidad media obtenido el año anterior, 218,038 km/h, así como el de distancia recorrida: 5.232,900 metros. Ese mismo año, Ecurie Ford Francia puso otro Mk II en la salida para que Guy Ligier y su amigo Jo Schlesser, fallecido al año siguiente en el Gran Premio de Francia, tomaran parte en la carrera.

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Una vez conseguido el objetivo, la casa madre delegó en el equipo JWA de John Wyer que, patrocinado por Gulf, dispuso un coche ganador para Pedro Rodríguez y Lucien Bianchi. Se trataba de un auténtico GT40, con motor V8 de 4,9 litros que bastó para llegar por delante del Porsche 907 de carrocería larga de la Squadra Tartaruga y del 908 oficial. El mismo GT40, pilotado por un tal Jacky Ickx y Jackie Oliver, logró imponerse al año siguiente por apenas 120 metros de ventaja al Porche 908 de Hans Herrmann y Gérard Larrousse.

La categoría de turismos no tuvo grandes secretos para el Capri 2600RS, que la hizo suya en Le Mans en 1972, año en el que Gerry Birrell y Claude Bourgoignie finalizaron en décima posición absoluta. Producido entre 1969 y 1982, su destacada participación en diferentes campeonatos europeos de turismos, así como en las 24 horas de Spa-Francorchamps y en diversos rallies, lo hicieron muy codiciado entre pilotos de la época de la talla de Jochen Mass, Hans Stuck o Jackie Stewart.