Italian Motor Village te acerca el Abarth 500
Italian Motor Village, concesionario oficial de Fiat en la localidad barcelonesa de Esplugues de Llobregat, es el proveedor oficial de una oferta de renting que facilita el acceso a uno de los coches más divertidos de la gama italiana, el Abarth 500.
El grupo italiano ha apostado por apuntalar su lado más deportivo devolviendo al sello Abarth la entidad propia que había perdido en las últimas décadas. Así, partiendo de los modelos más carismáticos de Fiat, Abarth ofrecerá evoluciones aún más radicales que las interesantes versiones del Fiat Punto.
El Abarth 500 es, pues, el primero de una nueva estirpe que promete dar que hablar en el segmento de los pequeños deportivos. Empezando por lo que salta a la vista, la decoración específica para este coche delata sin modestia que se trata de un modelo especialmente vitaminado. El paragolpes delantero cuenta con una gran obertura en la parte inferior, en la que se han integrado los faros antiniebla, así como otra más estrecha justo debajo del logo de Abarth (que reemplaza al de Fiat), así como dos salidas de aire laterales. Las aletas delanteras y traseras ensanchadas y las estriberas inferiores contribuyen igualmente a darle un aspecto más musculoso a su silueta, mientras que del paragolpes posterior amanecen dos salidas de escape y un difusor que, una vez más, dejan claras las intenciones de la marca al desarrollar este juguete pensado para conductores «no tan mayores».
En manos de los técnicos de la firma del escorpión, el coqueto modelo se transforma en todo un devorador de curvas. Bajo su vano motor se ha ocultado el prolífico propulsor 1.4 turbo, un bloque de 1.368 cc, colocado en posición transversal y sobrealimentado con un turbo IHI y dos intercoolers, instalados detrás de las salidas de aire laterales del paragolpes.
Esta mecánica eroga una potencia máxima de 135 CV a 5.500 rpm y un par motor de 206 Nm a 3.000 rpm. Este pico de fuerza está disponible cuando se pulsa el botón Sport. Por defecto, el par motor máximo es de 180 Nm a 2.500 rpm, pero al activar el modo Sport, además de cambiar el mapa de inyección y encendido, endurece la dirección y reduce la intrusión del control de tracción al acelerar. Sorprendentemente, va asociado a una caja de cambios manual de tan solo 5 velocidades que envía la fuerza a las ruedas delanteras, cuando el Fiat 500 con el motor 1.4 de 100 CV monta una transmisión de 6 velocidades.
Otras diferencias con respecto al modelo de partida tienen que ver, lógicamente, con el bastidor. La suspensión ha sido convenientemente puesta a punto y cuenta con tarados de muelles y amortiguadores específicos, y una altura rebajada. Los discos de freno delanteros son de mayor diámetro y las pinzas de freno van pintadas en rojo. Además, el equipo de ruedas de serie, de medidas 195/45 R 16, puede ser radicalizado con unos neumáticos 205/40 R 17 (opción por 200€) que aportan una mayor velocidad de paso por curva pero también reacciones más vivas y exigentes al límite.
Abarth declara para su pequeño juguete una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos, y una velocidad máxima de 205 km/h. En el capítulo de consumos, la firma italiana tiene homologada una media de 5,4 l/100 km, probablemente difíciles de conseguir si uno deja rienda suelta al carácter que se le intuye a este modelo.
El equipamiento que incluye de serie el Abarth 500 contempla todo tipo de ayudas electrónicas a la conducción: desde los ya irrenunciables sistema antibloqueo de frenos ABS, sistema EBD (Electronic Brake Distribution), el sistema antideslizamiento ASR y por supuesto control de estabilidad ESP, al TTC (Torque Transfer Control), una suerte de diferencial electrónico que frena la rueda interior cuando se detecta un deslizamiento de la misma al acelerar en curva, y transfiere el par a la rueda exterior para mantener la capacidad de tracción y mitigar el subviraje. Entre otros elementos de serie, el pequeño escorpión dispone de climatizador, radio-CD con Bluetooth , así como la decoración y especificaciones técnicas adecuadas a su ilustre nombre.
Paralelamente, Abarth ofrece su kit opcional denominado «esseesse», que se monta en el concesionario, con el que se incrementan notablemente -si es que eso era posible- el rendimiento deportivo de este modelo. Por un precio de 2.500 €, mano de obra aparte (la marca estima el montaje en 14 horas), el cliente al que el Abarth 500 se le quede corto -se puede solicitar en cualquier momento, siempre que el coche no haya realizado más de 20.000 km-.
Este kit cuenta con llantas de aleación específicas (7Jx17 pulgadas), discos de freno delanteros ventilados y perforados de 284 mm de diámetro, discos traseros perforados de 240 mm, pastillas de freno delanteras de alto rendimiento, muelles de suspensión Abarth específicos para el eje delantero y el trasero, filtro de aire BMC, control de presión de neumáticos, llave con cubierta «esseesse» y logo para capó y maletero específico. A todo esto se le añade la programación específica de la centralita, gracias a la cual el motor pasa a entregar 160 CV a 5.750 rpm de potencia y 206 Nm de par (que alcanzan un pico de 230 Nm en el modo Sport). Con todo ello, el Abarth 500 esseesse salta un escalón en prestaciones y alcanza una velocidad máxima de 211 km/h, mientras que en el ejercicio de aceleración de 0 a 100 km/h se ahorra medio segundo y lo clava en 7,4 segundos. Como contrapartida, el consumo «reconocido» sube hasta los 6,5 l/100 km.
Gracias a un acuerdo firmado por el Grupo Fiat y el Racc con el Banco de Sabadell, a partir de ahora se podrá adquirir uno de estos pequeños aparatos mediante esta fórmula de alquiler a largo plazo, por un importe de 399 € al mes, IVA incluido, durante 4 años, con 3.000 € de entrada, o bien por 470 € sin entrada, para 15.000 kilómetros al año.
Como es habitual en los contratos de renting, el precio incluye todo lo necesario para disfrutar del coche, excepto la gasolina. El servicio de mantenimiento, reparaciones, seguro a todo riesgo sin distinción de conductor o el cambio de neumáticos están contemplados en la oferta.