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Poner una R al final de cualquier nomenclatura ligada a un automóvil sólo quiere decir una cosa: las prestaciones van en primer lugar. Desde luego, al menos en el caso del Jaguar XJ parece que se cumple a rajatabla, porque la marca ha configurado su bloque de aluminio V8 de gasolina de 5.000 cc para que entregue al eje trasero 550 CV a 6.500 rpm y 680 Nm entre 2.500 y 5.500.
Para conseguir tales cifras de potencia y par, el motor del Jaguar XJR cuenta con sobrealimentación con un compresor volumétrico tipo Roots de doble vórtice, ubicado entre las dos bancadas, y aliviado por dos intercoolers independientes.
La transmisión se ha confiado a la cada vez más famosa caja de cambios automática de 8 velocidades y, aunque parte de la desarrollada para el XFR-S, cuenta con una configuración específica para esta berlina que, no lo olvidemos, debe mantener ciertos estándares de refinamiento.
Pese a ello, se ha procurado mantener un comportamiento más bien dinámico, fruto de la puesta a punto llevada a cabo en el centro de pruebas que Jaguar tiene en Nürburgring y en el circuito de alta velocidad de Rockingham, en Inglaterra, entre otros.
Sus neumáticos Pirelli de medidas 265/35 delante y 295/30 detrás, siempre en llanta de 20 pulgadas deberían contribuir a que sus maneras en curva no desentonen con la apariencia deportiva con que ha sido dotado, algo en lo que también colaboran la configuración de la suspensión activa, el diferencial electrónico y el control de estabilidad.
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