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Sant’Agata Bolognese (Italia).- Lamborghini está calentando al máximo el debut del presunto sustituto del Murciélgo, un superdeportivo que si los cálculos no fallan podrá contemplarse en todo su esplendor en el Salón del Automóvil de París con un motor V12 de 700 CV.
Lamborghini Reventón ©Lamborghini
Lo último en Sant’Agata Bolognese ha sido la difusión de un manifiesto firmado por el presidente de la compañía, Stephan Winkelmann, sobre el futuro de Lamborghini y el de los superdeportivos salidos de Sant’Agata.
Según Winkelmann, «cuando los coches exceden velocidades que no se pueden alcanzar ni si quiera en la mayoría de circuitos, ha llegado el momento de hablar de comportamiento y de aceleración» más que de potencia.
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Desde mediados de los ochenta«, sigue el manifiesto, «
la media de peso de nuestros coches ha aumentado 500 kg a causa de los sistemas de seguridad activa y pasiva, el confort y la reducción de emisiones. Esto es algo que tiene que cambiar. Ya que no se puede reducir el seguridad ni el confort, hay que reducir el peso utilizando nuevos materiales«.
La cave, lógicamente, es el ratio peso/potencia. El futuro, según Lamborghini, no pasa pues por seguir aumentando la potencia, sino por reducir el peso, y en estos menesteres la fibra de carbono tendrá una posición central.
Lo inquietante del asunto es que se ilustre este manifiesto con la imagen de un V10. ¿Significa esto que para Lamborghini ha llegado el momento de dejar de fabricar enormes V12 atmosféricos? Vamos a pensar que no, que la foto es una simple casualidad. En caso contrario, buena parte del romanticismo que encierran los superdeportivos se iría al traste.