© Lamborghini
Qué mejor forma de culminar la gala del 50º aniversario de la firma de Sant’Agata Bolognese que mostrando un nuevo prototipo, el Lamborghini Egoista. Es regalo personal de Walter De Silva, jefe de diseño de Volkswagen, para la marca en la que a buen seguro sueñan todos los diseñadores del Grupo, porque en Lamborghini parece no haber límites al exceso estético.
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“Como italiano, me siento muy ligado a esta marca italiana”, comentó De Silva. “Quería rendirle un homenaje creando un vehículo que subrayara el hecho de que los Lamborghini siempre han sido desarrollados con pasión, y con el corazón más que con la cabeza”.
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Basta observar el prototipo para darse cuenta de que es así: a pesar de lo realmente extremo de sus formas, no solo conserva el ADN de diseño de la marca, sino que no desentona en absoluto con el resto de modelos del catálogo de Sant’Agata. Basta recordar el Veneno, desvelado hace solo unas semanas en el Salón de Ginebra, o remontarse al Salón de París de 2010 para recuperar las formas no menos extremas del Sesto Elemento.
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Alessandro Dambrosio ha sido el responsable del diseño exterior del Egoista, y Stefan Sielaff del interior. Su nombre encaja precisamente con el diseño del habitáculo, construido para un único ocupante cuyo hedonismo ha sido llevado hasta las últimas consecuencias.
El Lamborghini Egoista monta el conocido 5.2 V10 con 600 CV, pero su verdadera inspiración es la aeronáutica y en especial del helicóptero Apache, del que hereda multitud de rasgos. El habitáculo, realizado en fibra de carbono y aluminio y concebido como un traje a medida para el conductor, es un buen ejemplo de ello.
