El habitáculo, por otra parte, se beneficia de nuevas combinaciones de colores y materiales de mayor calidad, mientras que el sistema de plegado de la segunda y tercera fila de asientos, el Ford FoldFlatSystem, será de serie para todas las versiones.
En lo que respecta a las mecánicas, la nueva generación de motores EcoBoost SCTi se estrena en Europa con esta familia de monovolúmenes del segmento alto de Ford. Se trata de un motor de 2.0 litros de capacidad dotado con inyección directa, distribución variable y turbocompresor de baja inercia.
Gracias a ello, este propulsor entrega en el S-Max 203 CV de potencia a 5.500 rpm y un par máximo de 300 Nm entre 1.750 y 4.500 rpm que lanzan a este monocuerpo a unos 214 km/h de velocidad punta. La aceleración de 0 a 100 km/h es de 8,5 segundos. El consumo medio ponderado se queda en 8,1 l/100 km y las emisiones en 189 g/km, un 19% menos que el 2.3 l de 161 CV que llegó a montar la anterior versión. La oferta diésel estará compuesta por tres variantes del mismo bloque 2.0 Duratorq TDCi, con inyección directa common-rail y convenientemente actualizado para superar la normativa antipolución Euro V. Contará con 115, 140 y 163 CV de potencia, con un consumo medio de 5,7 l/100km y unas emisiones de 152 g/km.Los propulsores diésel estarán asociados de serie a un cambio manual de 6 velocidades, aunque opcionalmente los más potentes podrán equipar el cambio Powershift secuencial, con doble embrague en baño de aceite, que equipa de fábrica el 2.0 EcoBoost SCTi.
El lanzamiento de este profundo restyling del Ford S-Max se llevará a cabo a principios de 2010.