Lexus anuncia el fin del diésel

Lexus anuncia el fin del diésel

©Lexus IS 200d

Gaby Esono.- Entre los años 2004 y 2005, en Lexus se produjeron dos hitos. Uno fue la presentación de su primer híbrido, el Lexus RX 400h, una variante eficiente de la segunda generación de su SUV de lujo, todo un superventas en Estados Unidos, que aprovechaba gran parte de la experiencia adquirida por Toyota durante más de 7 años con el Prius.

©Lexus

El otro llegó con el anuncio de la incorporación de un propulsor diésel common-rail para la nueva entrega de su berlina media, el IS 220d, destinado a convertirse en un best-seller en Europa.

Lo que en aquel momento podía haberse interpretado como una relativamente intrépida diversificación de su oferta, el paso del tiempo hace que pueda verse como una especie de pulso interno por definir qué propulsores tenían más futuro.

Lexus RX 400h ©Lexus

La evolución de su catálogo en estos últimos años ha ido dejando cada vez más claro por donde iban a ir los tiros y, seis años después del lanzamiento de su primer automóvil con motor diésel, Lexus ha dado por finalizada su discreta incursión en este terreno. Para los que se lo estén pensando, han de saber que las últimas unidades diésel que se van a comercializar del Lexus IS son las que tienen en estos momentos en stock los concesionarios.

Lexus RX 400h ©Lexus

Este anuncio no hace sino confirmar que la apuesta por este tipo de propulsión iba un poco en contra de los principios de la marca, por varios motivos. En primer lugar, la razón de Toyota para crear una marca como Lexus estuvo ligada a su interés por abarcar los segmentos de lujo en el mercado estadounidense, hasta entonces copados por los tradicionales sellos americanos, como Cadillac o Lincoln, y europeos, como Mercedes-Benz o BMW.

Lexus GS 450h ©Lexus

Allí, del mismo modo que en Japón, las ventajas de la gasolina (más refinamiento y silencio de marcha, bajo precio del combustible en EEUU, mantenimiento del motor más económico) siempre han tenido un peso muy significativo para el usuario y han impedido la transferencia al diésel que sí hemos vivido en Europa.

En consecuencia, cuando se plantearon mejorar la eficiencia de sus propulsores, el paso natural era seguir la corriente iniciada por la casa madre Toyota, es decir, tomaron la tecnología centrada en aliviar el trabajo del motor de combustión interna de gasolina con la ayuda de un motor eléctrico, y pusieron en circulación su gama híbridos. Empezó con el RX, el SUV de lujo (aquí tienes la prueba de su última evolución, el RX 450h), pero tardó poco en integrarlo a sus berlinas de representación, los Lexus GS y LS.

El mundo vs Europa

En la parte baja de la oferta europea de Lexus la visión era algo diferente. La demanda en el Viejo Continente de vehículos alimentados por gasóleo había llegado a tales niveles, incluso entre los clientes de coches de lujo, que los rivales de Lexus ofrecían hasta 7 motores de este tipo, de modo que en Japón tuvieron que ceder a las presiones de las filiales europeas, hartas de perderse esta suculenta parte del pastel.

Lexus RX 450h ©Lexus

Por ello, partiendo del bloque de 4 cilindros y 2.231 cc conocido en el Toyota Avensis, decidieron desarrollar una variante específica, más refinada, para la segunda generación de su exitosa berlina media, el Lexus IS, cuya comercialización se inició en 2006 ya con la versión 220d.

Lexus LS 460 ©Lexus

A pesar de que a este modelo aún le queda cerca de año y medio de vida comercial (su sustituto está previsto para bien entrado 2013), en Lexus ya han decidido que el experimento diésel no va con ellos. Oficialmente, los argumentos que explican esta vuelta atrás tienen que ver con que su sistema híbrido (Lexus Hybrid Drive) es más eficiente y menos contaminante que los actuales motores diésel y, por descontado, se montará en el próximo IS.

©Lexus

Y es que si bien es cierto que los niveles de emisión de CO2 de los modernos common-rail son, por norma general, más reducidos a igualdad de prestaciones, existen otros registros con resultados menos satisfactorios, como los NOx o las partículas en suspensión que generan. Paliar estos inconvenientes implica para Lexus un esfuerzo que no les compensa, sobre todo teniendo en cuenta las ventajas que encuentran en una propulsión híbrida que tienen ya muy evolucionada y probada.

Lexus CT 200h ©Lexus

Por otra parte, y esto es más difícil de reconocer, el resultado obtenido con el potente IS 220d de 177 CV no ha sido todo lo satisfactorio que esperaba la marca, algo que ni siquiera el lanzamiento a finales de 2010 del más razonable IS 200d de 150 CV ha podido compensar.

De todas formas, los responsables de la marca normalmente han demostrado tener muy claras las cosas y, por lo visto, el hecho de que todos los fabricantes premium alemanes estén lanzando ahora sus versiones híbridas parece demostrar que en Lexus no iban tan desencaminados hace 8 años. ¿Significará esto que estamos ante el principio del fin de los diésel?

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