El nuevo Mazda 3 ya está aquí. El coche combina conducción deportiva y diseño dinámico, es más respetuoso con el medio ambiente que el modelo anterior e incorpora mejoras en el apartado de seguridad. El exterior del vehículo ofrece una imagen más juvenil con dos estilos diferenciados de carrocería, una de cuatro y otra de cinco puertas. En la parte delantera, la toma de aire se encuentra en la parte inferior de la parrilla de cinco puntas. Las líneas curvadas que acompañan todo el lateral del vehículo remarcan la nueva imagen de dinamismo que ofrecen los nuevos coches de la marca japonesa e intentan mejorar el flujo de aire. El coeficiente aerodinámico se ha mejorado para reducir los consumos. El modelo de cuatro puertas tiene un Cx de 0,28 y el de cinco puertas de 0,30. Ambas versiones son más largas, 90mm el de cuatro puertas, 45 mm el de cinco puertas y 55 mm la versión Sportive, y más altas que el modelo anterior, 5mm. En este nuevo vehículo, Mazda se ha esforzado en mejorar el confort interior. La sonoridad se ha reducido entre un 6 y un 11% con respecto a la generación anterior, gracias a las mejoras en la aerodinámica, a la mayor solidez de la suspensión, a la ubicación optimizada de los materiales aislantes y a la mayor rigidez de la carrocería y los paneles.
El equipamiento cuenta con un nuevo control interactivo del alumbrado y sistema de activación de iluminación, disponible de serie en el acabado Sportive. El sistema de acceso y arranque sin llave y conexión bluetooth son otras de las novedades con las que cuenta, están como opción en la terminación Active. Sólo disponible para el acabado Luxury se encuentra un sistema de audio Bose con 10 altavoces.
El Mazda 3 cuenta con un nuevo motor turbodiésel 2.2 litros con dos niveles de potencia de 185 y 150 CV, adaptados a la normativa de emisiones Euro V. Equipan el filtro de partículas diesel de tecnología Mazda, con tiempos de regeneración más reducidos.
La versión de 185 CV alcanza su potencia máxima a 3.500 rpm y desarrolla 400 Nm de par entre 1.800 y 3.000 rpm. Su consumo combinado se sitúa en 5,6 l/100 km y tiene unas emisiones de CO2 de 149 g/km. La versión de 150 CV desarrolla su potencia máxima a 3.500 rpm, con un par de 360 Nm a 1.800 rpm y un consumo combinado de 5,4 l/100 km. Emite 144 g/km de CO2.
Las otras opciones son motores ya conocidos en la marca, un 1.6 litros diesel y dos gasolina, un 2.0 y un 1.6.
El motor turbodiésel CRTD de 1.6 litros con filtro de partículas. Desarrolla una potencia de 109 CV a 4.000 rpm y 240 Nm de par a tan sólo 1.750 rpm. Su consumo en ciclo combinado se ha reducido en 0,3 litros con respecto a la generación anterior, situándose en 4,5 l/100 km y emite 119 g/km de CO2.
El motor de gasolina más potente es un dos litros que ofrece una potencia de 150 CV a 6.500 rpm y un par máximo de 187 Nm a 4.000 rpm, con transmisión automática de cinco velocidades y cambio manual. Su consumo combinado es de 7,7 l/100 km y emite 183 g de CO2 por kilómetro recorrido. La otra alternativa es 1.6 litros. Genera una potencia de 105 CV a 6.000 rpm y dispone de un par máximo de 145 Nm a 4.000 rpm. El consumo de este propulsor es de 6,3 l/100 km en ciclo combinado, 0,6 litros menos que la generación anterior y las emisiones contaminantes se han reducido hasta 149 g/km.
El peso del coche, siguiendo la política de reducción de Mazda, se ha visto reducido en 15 kg pese al aumento de tamaño. Esto se ha logrado con el uso de materiales ligeros de alta resistencia que de paso han aumentado un 10% la rigidez torsional del vehículo, dotándolo de un tacto más deportivo. Para ayudar en esto, las suspensiones tanto delanteras como traseras, que sigue siendo multibrazo, han sido evolucionadas. La dirección es asistida electrohidráulica, ya que esta, al necesitar menos energía que una tradicional, reduce el consumo. En el apartado de la seguridad, el ABS, EBD, asistencia a la frenada, control de tracción (TCS), DSC y airbags delanteros, laterales y de cortina pasan a ser de serie en toda la gama. Otros sistemas que mejoran la seguridad activa son: Faros bixenón de alta intensidad y sistema de iluminación delantera adaptativa, opcional en el Sportive, señal de parada de emergencia (ESS), asistente de cambio de carril (RVM) y testigo de presión de los neumáticos (TPMS) ambos de serie en el Sportive y sensores de aparcamiento, opcionales en el Active y de serie en Sportive y Luxury.